Ansiedad y preocupación: las emociones que invaden a los venezolanos
La elección presidencial del 28 de julio fue un evento que incidió en la salud mental del venezolano, indistintamente de la postura política. Las personas sienten desesperanza y miedo, lo que conduce a un deterioro del tejido social que es indispensable para seguir avanzando en medio de la crisis
EL PITAZO
Una mente dispersa y una revista de cocina acompañan a Miriam Ramos, una mujer de 46 años que siente preocupación por su futuro. Se consideraba una persona alegre, pero diferentes situaciones en su vida cambiaron su estado de ánimo durante los últimos tres meses, en especial después de la elección presidencial del 28 de julio.
Tenía esperanzas de un mejor porvenir, pero los acontecimientos políticos del país, así como las consecuencias económicas y sociales producto de la crisis, la sumergieron en un estado de preocupación y ansiedad que se le dificulta controlar. Con su revista, aprovecha las tardes para sentarse a leer en un banquillo del bulevar de Sabana Grande, en Caracas. Lo hace para distraer su mente, pero de igual forma asegura que se siente desorientada.
El resultado electoral afectó las emociones de los ciudadanos debido a los anuncios del Consejo Nacional Electoral (CNE), que dieron ganador a Nicolás Maduro sin mostrar las actas de los comicios, mientras la población venezolana y la dirigencia opositora tenían pruebas en mano de que el presidente electo fue Edmundo González Urrutia.
Ansiedad es la tendencia más clara de estos últimos meses, incluso más que la tristeza
Paola Díaz, psicóloga y psicoterapeuta
La elección presidencial representaba una esperanza de cambio para el venezolano que sufre la crisis originada por múltiples factores, entre los que destacan, la tendencia inflacionaria elevada que ha tenido largos periodos recesivos y que, según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la tasa de inflación anualizada hasta septiembre de 2024 se ubicó en 46%.
Además, más de la mitad de la población se encuentra en pobreza, indica la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), situación que también llevó a más de 7,7 millones de personas a salir del país en busca de mejor vida, de acuerdo con cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
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Ramos trabaja por cuenta propia. En algunas ocasiones vende tortas en la calle y en otras se dedica a la limpieza de casas. No tiene un trabajo estable y eso hace que su situación económica se vea afectada, pues, aseguró que hay momentos en los que tiene para comprar alimentos y en ocasiones, no. Siempre trata de resolver su día a día, pero la angustia llega a ella cuando no tiene cómo hacerlo.
UN PROCESO DINÁMICO
Los especialistas en psicología de la UCAB, advierten que, aunque pueda parecer contradictorio, es importante recordar que la salud mental es un proceso dinámico que se ve influenciado por diversos factores, incluyendo el entorno. Por lo tanto, existen herramientas y estrategias que permiten navegar por estos desafíos y mantener el bienestar emocional.
Reconocer y aceptar las emociones: es normal sentir miedo, ansiedad o frustración en situaciones de crisis. En lugar de reprimir estos sentimientos, permítete experimentarlos y expresarlos de manera saludable.
Busca de apoyo: conectar con amigos, familiares o grupos de apoyo para brindarte una sensación de pertenencia y comprensión. Hablar sobre lo que estás sintiendo puede ser muy liberador.
Cuida de tí mismo: prioriza el autocuidado a través de actividades que te relajen y te gusten, practicar ejercicio, meditar, leer o pasar tiempo en la naturaleza.
Establece rutinas: las rutinas diarias pueden proporcionar una sensación de estabilidad y control en tiempos de incertidumbre.
Infórmate, pero con moderación: mantenerse informado es importante, pero es fundamental establecer límites para evitar la sobrecarga negativa.
Practica la gratitud: centrar la atención en las cosas positivas de tu vida puede ayudarte a mantener una perspectiva más optimista.
Sé un resiliente social: enfrentar los desafíos de la vida con una actitud positiva y aprender de nuestras experiencias nos fortalece y permite fortalecer a otros.
Busca ayuda profesional: si sientes que estás abrumado o que tus emociones interfieren con tu vida diaria, no dudes en consultar a un profesional.
Anhelaba mejores condiciones de vida para ella y sus 2 hijos, uno de 14 y otro de 16 años. Pensaba que luego del 28 de julio se iba a producir un cambio político que también condujera a la recuperación económica, pero la mañana del 29 de julio notó un cambio radical en sus emociones, sintió que sus esperanzas se fueron al suelo, de acuerdo con su testimonio al equipo de El Pitazo.
La situación de Miriam es similar a la de cientos de venezolanos que, debido a los acontecimientos políticos de los últimos meses, han experimentando una preocupación excesiva o estados ansiosos que están vinculados a la necesidad de saber qué va a suceder y, por lo tanto, surgen pensamientos catastróficos que generan angustia, miedo y tristeza, de acuerdo con la psicóloga y psicoterapeuta, Paola Díaz.
«La ansiedad es la tendencia más clara de estos últimos meses, incluso más que la tristeza. Esos niveles de ansiedad nos hablan de la relación que podemos tener frente a la incertidumbre porque la persona siente la necesidad de hacerse preguntas sobre su proyecto de vida y lo que va a suceder», explicó la psicóloga.
El miedo paraliza a la persona y la hace cómplice de situaciones que termina normalizando
Danny Socorro, director de la Escuela de Psicología de la UCAB
El estudio Psicodata 2024, elaborado por la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), evidenció que la ansiedad y depresión son indicadores de malestar psicológico presentes en la población venezolana. Dos de cada diez encuestados sienten niveles moderados o altos de estos síntomas, asociados a problemas como pérdida de sueño, tensión, agobio, infelicidad y desconfianza.
La mayoría de la población (53 %) reportó bajo nivel de desesperanza, mientras que 38 % refirió niveles moderados. Sin embargo, casi la mitad de las personas con un nivel educativo bajo registró moderada o alta desesperanza, en comparación con los de nivel educativo alto. Las amas de casa son las más desesperanzadas, en comparación con trabajadores públicos y privados.
El director de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Danny Socorro, dijo que indistintamente de la postura política de las personas, la elección presidencial del 28 de julio fue un evento que incidió en la salud mental del venezolano.
Refirió que la desesperanza, en algunos contextos, comienza a abrumar y también aparece el miedo que paraliza a la persona y la hace cómplice de situaciones que termina normalizando. Eso conduce a un deterioro del tejido social que es indispensable para seguir avanzando en medio de la crisis
La situación política, económica y la realidad migratoria, influyen en la experiencia que tiene el venezolano de lo que vive y en cómo se siente
Paola Díaz, psicóloga y psicoterapeuta
Incertidumbre y malas decisiones
La especialista en psicología, Paola Díaz, explicó que hay un conjunto de factores que están inmersos en un contexto de mucha información y desinformación con múltiples escenarios que se desarrollan en paralelo y que muestran frustración e incertidumbre. Esto obliga a las personas a pensar en un ritmo acelerado que conduce a la toma de malas decisiones, que afectan la vida y rutina.
«Más allá de la pérdida de la esperanza, el relacionarse con tantas situaciones complicadas hace que desde estados de preocupación, miedo y frustración la persona llegue a niveles donde se cuestiona determinadas acciones y decisiones que pueden desestabilizar el cómo se sienten en el presente«, indicó Díaz.
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Una situación similar atravesó Junior Rondón, un joven de 24 años que pensó en abandonar sus estudios de informática al considerar que no tiene razones para continuar. En entrevista con el equipo de El Pitazo aseguró que se siente sin motivación porque las condiciones del país no le permiten tener una buena educación.
A veces creo que es imposible lograr el objetivo porque el país no te lo permite
Karen Ramírez, afectada en su salud mental
A pesar de todo, decidió continuar con sus estudios, pero a diario se le cruzan situaciones que lo hacen pensar en cómo será su futuro. Siente miedo de no lograr sus objetivos y eso lo sumerge en la ansiedad.
Desde hace tres años ha experimentado episodios de depresión, pero sus emociones se vieron más afectadas luego del 28 de julio. Quería un cambio y no pasó. Siente desesperanza al ver que la crisis venezolana continúa y se cree de manos atadas al no tener los recursos para buscar otros caminos como es el caso de la migración.
Según el estudio Psicodata, 9 de cada 10 venezolanos presentan algún grado de vulnerabilidad. La mayoría de la población se considera optimista, pero 20 % sufre niveles moderados o altos de ansiedad y depresión; mientras que 89 % desconfía del otro y 37 % percibe miedo colectivo.
No se trata de normalizar o negar los problemas, sino de un ejercicio de resiliencia
Danny Socorro, director de la Escuela de Psicología de la UCAB
El miedo difuso colectivo, la desesperanza y la desconfianza; el bajo apoyo social percibido de instituciones públicas; la ansiedad y depresión; la poca asistencia al psicólogo o psiquiatra, además de estresores como la situación económica y de salud, se cuentan entre los factores que impactan negativamente en los habitantes del país.
Paola Díaz precisó que la situación política, económica y la realidad migratoria, influyen en la experiencia que tiene el venezolano de lo que vive y en cómo se siente, por lo que desde esas emociones y pensamientos es que se elige cómo actuar el día a día, desde las pequeñas hasta las grandes cosas.
Resiliencia y apoyo
Karen Ramírez es consciente de que necesita ayuda psicológica para continuar con sus rutinas diarias sin verlas afectadas. Asegura que está inmersa en un mundo de angustias que le quitan la motivación de trabajar o hacer cualquier actividad diaria.
Tiene 33 años y es secretaria. En muchas ocasiones siente que trabaja en automático y cree que su vida está estancada, pero es resiliente y comentó que no se rinde porque tiene anhelos de lograr las metas que se ha trazado, como tener un hogar propio y darle calidad de vida a su familia.
“A veces creo que es imposible lograr el objetivo porque el país no te lo permite. Trabajo y mi sueldo me alcanza para atender gastos puntuales, no hay manera de reunir aunque sea para viajar un fin de semana. Tienes que escoger entre una cosa u otra y eso angustia”, comentó la joven venezolana.
El tejido social está muy roto y en cualquier parte del mundo necesitas instituciones que, en medio de la crisis, te apoyen para seguir caminando
Danny Socorro, director de la Escuela de Psicología de la UCAB
El director de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Danny Socorro, comentó que no se trata de normalizar o negar los problemas, sino de un ejercicio de resiliencia.
Insistió en la importancia de que la población trabaje en retomar rutinas como volver al trabajo o a las actividades académicas, y que busque preservar los hábitos de sueño, higiene personal, alimentación y esparcimiento o recreación.
“Es el momento de la resiliencia, no de la resistencia. Porque la resistencia dura apenas uno o dos meses y terminas con fatiga y te desgastas psicológicamente y hundido en la desesperanza. Entretanto, la resiliencia tiene un elemento de resistencia, pero es mucho más que eso. Implica no rendirse”, comentó Socorro.
A pesar del panorama complejo, en especial por los indicadores de aspectos psicosociales negativos, el venezolano se considera a sí mismo resiliente. Es decir, con capacidad para desarrollar habilidades adaptativas en entornos hostiles y adversos, de acuerdo con el estudio Psicodata.
¿A DÓNDE ACUDIR?
La Escuela de Psicología de la UCAB habilitó una línea telefónica para dar primeros auxilios psicólogos de manera confidencial y gratuita a todos los venezolanos que atraviesen situaciones que afectan su salud mental. La iniciativa busca prevenir los suicidios y ofrecer bienestar emocional a los ciudadanos.
Cada jueves, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., psicólogos de la universidad escuchan y ofrecen primeros auxilios psicológicos y orientación a quienes se comunican a través de los 2 números dispuestos para este fin: 04141217882 y 04241723981. Danny Socorro detalló que la línea telefónica trabaja con expertos para orientar y estabilizar a las personas que así lo requieran y que el servicio busca darle continuidad al trabajo que ejecuta la Federación Venezolana de Psicólogos con su línea homóloga, la cual funciona de viernes a domingo.
En el caso de la Federación Venezolana de Psicólogos, los usuarios podrán recibir atención gratuita de 8:00 a.m. a 8:00 p.m. a través de los números telefónicos: 0212-4163116 y 0212-4163118. Únicamente de viernes a domingo.
Aunque los prejuicios y estigmas respecto a asistir a terapias psicológica y psiquiátrica siguen siendo causas importantes de esta realidad, advirtió que otro factor a considerar es la poca oferta que existe desde el sistema público de salud y la incapacidad económica de la población para acceder a los servicios que se ofrecen desde el ámbito privado.
La Escuela de Psicología desarrolla un mapa interactivo donde las personas podrán conseguir -estado por estado- los nombres y datos de contacto de profesionales de salud mental, instituciones y organizaciones que ofrecen servicios de psicología o psiquiatría de manera gratuita o a bajo costo. Danny Socorro acotó que esperan publicar este mapa en noviembre de este año.
Sin embargo, el especialista en psicología dijo que a la resiliencia del venezolano hay que ponerle lupa, pues las personas continúan luchando, pero sienten que solo cuentan con ayuda de un familiar o amigo. Al referirse al contexto país no se observa que los ciudadanos sean resilientes debido a la desconfianza.
“El tejido social está muy roto y en cualquier parte del mundo necesitas instituciones que en, medio de la crisis, te apoyen para seguir caminando, pero eso no aparece en el venezolano”, comentó Socorro en entrevista con el equipo de El Pitazo.
La ayuda psicológica es esencial, pero en el caso de Karen no asiste a un especialista por falta de recursos económicos. En una oportunidad intentó recibir el servicio en centros públicos, pero no lo logró. Esa misma situación ocurre con una parte importante de la población venezolana.
El profesor Danny Socorro aseguró que el reduccionismo no ayuda y que en zonas vulnerables hay muchas personas que buscan apoyo, pero se encuentran con el difícil acceso a herramientas, pues hay limitantes a niveles público y privado debido a los altos costos.
Psicodata halló que 1 de cada 10 personas acudió a un profesional de la salud mental en los últimos 2 años. De ese número, 9,65 % lo hizo por cuenta propia y 1,15 % como requisito laboral.