El trayecto no es tan lejos para recolectar nuestra cosecha, avizorando el resplandor frondoso, recitando con euforia alabanzas al Supremo, destellos de luz vislumbra el color solar que alumbra la vida, hijo procreado del fulgor de la naturaleza, ve y marcha en paz sin preocuparse por el mañana.
¡Qué posición es de tanto peso para ser aceptado en la comunidad!
Estirpe del plebeyo no andaré aislado del manantial de la sabiduría sin importar el mal comentario de ese gentío que integran los patricios.
¡Sufrimientos abarrotados de penumbras!
Caminando contra el reloj, supliendo las calamidades y penurias del próximo a la moraleja vaticinada por la vida, latente a la cima del truhán convalidó la túnica florida.
–solución o perdición-
Logrando la acometida del hacedor de sueños, ando vociferando a la luz matutina, venciendo el temor que embriaga el viento que ondea la huerta bendecida por la deidad.
¡Obrando con sencillez, bondad y jubilo espiritual?
Confiando en tu razón e intuición sin dominio ni intimidad sino con amor, fe y devoción, abramos sendas que destinen al paraíso sin caer en las trampas infernales.
(Aclarando que en nosotros hospedamos de forma interna un infierno)