ESPECIAL: Acciones recientes contra las ONG en Venezuela

Cortesía de Dejusticia
Por Luis Carlos Díaz
- Ley de fiscalización: Que las obliga a todas a volverse a registrar, lo que significa que todas han quedado en el limbo, ilegalizadas o limitadas por diseño, hasta que vuelvan a pasar por un registro que no es neutral ni garantiza aceptación. La mitad de las que conozco no se han registrado y las que lo han hecho no les permiten terminar los trámites, sino que las mantienen entregando nuevos recaudos y esperando meses.
- Ley Simón Bolívar contra el bloqueo imperialista: Una ley que amenaza a cualquier persona cuyo trabajo «respalde» medidas internacionales que el chavismo considere como amenazas o restricciones. No se trata solo de sanciones, también pueden ser acciones ante tribunales internacionales, mecanismos de protección de derechos humanos y espacios de incidencia diplomática.
- Gaceta Oficial de Sudeban contra las ONG: Esta Gaceta de abril obliga a la banca venezolana a vigilar las cuentas, actividades y hasta las publicaciones de las ONG venezolanas supuestamente para prevenir «lavado de dinero» y «financiamiento al terrorismo». Esta sobrecarga de funciones hace que la banca no le abra cuentas a las organizaciones civiles o les dificulte su trabajo. Es una persecución financiera que parte del principio de que todas son sospechosas.
- Encarcelamiento de defensores de derechos humanos: Distintos defensores han sido detenidos arbitrariamente, desaparecidos, algunos torturados y sometidos a juicios sin garantías, mientras se les vincula a tramas de conspiración. Se han dado «castigos ejemplares» para atemorizar e inhibir al movimiento de derechos humanos e impulsar que se callen sus exigencias y críticas.
- Debilitamiento de la ONU en Venezuela: El 15 de febrero de 2024 fueron expulsados los miembros de la Oficina del Alto Comisionado de DDHH de la ONU que estaban en Caracas. Luego a finales de año se les permitió volver al país pero de forma muy limitada, con un personal mínimo, poca interlocución con el Estado y menos capacidad de proteger.
- Debilitamiento del tejido humanitario en el país: Desde 2024 el aparato represivo venezolano mantiene en prisión a dos trabajadores humanitarios extranjeros, uno italiano y otro colombiano. También se ha amenazado abiertamente a un grupo de organizaciones humanitarias (no todas) por haber recibido fondos de Citgo, la petrolera venezolana en USA. Al mismo tiempo, a organizaciones importantes se les han restringido las visitas a cárceles, de manera que no pueden atender a los presos políticos y otras víctimas que lo necesitan. No hay estado de derecho ni garantías de trabajo real para las organizaciones humanitarias, a pesar de que se les ha exigido su silencio. Algunas han tenido que irse del país o cerrar, mientras aumenta la población vulnerable.
- Señalamientos contra los más importantes: esta semana han sido estigmatizadas varias organizaciones fundamentales y con gran alcance en Venezuela como Provea, Foro Penal y Médicos Unidos. Las dos primeras tienen medidas cautelares de protección de la CIDH. Médicos Unidos se dedica a la salud y a decir lo que todos vemos cuando vamos a los hospitales públicos. Vincularlos a tramas de corrupción o subversión solo busca que disminuya la solidaridad, el tejido social que las ampara, intenta que los medios de comunicación se callen y que la mayoría piense que al hacer silencio el horror no los tocará. Venezuela demuestra que no es así.
Las amenazas aumentan mientras se reduce el financiamiento internacional, las misiones diplomáticas desplegadas en Caracas apoyan menos iniciativas o prefieren temas más superficiales, y aparecen más organizaciones «muy gubernamentales» conformadas por ex funcionarios de ministerios que van ocupando los espacios de la sociedad civil desplazada o disminuida. El resultado de esto es que la sociedad venezolana, sus millones de víctimas de diversas violaciones y ausencias estatales, queda más desprotegida y vulnerable.
Con estas acciones gubernamentales la crisis aumenta, se multiplican las muertes evitables y se impulsan nuevas olas migratorias.