Esta es la verdad de Aguas de Mérida – Diputada Elsa Gámez
ELSA GAMEZ MONZÓN
Legisladora
Secretaria de Organización Seccional de Acción Demócratica en Mérida
Un total respaldo a nuestro Gobernador del Estado Ramón Guevara quien decididamente ha estando dando la cara a la población frente a las fallas surgidas con la prestación del servicio del agua potable, sin baipasear el problema y sin fabricar falsas excusas como las que nos presentaban las autoridades en gestiones anteriores en donde la desidia, el peculado, el abandono y la desinversión pretendieron disfrazarlas con su excusa favorita “el saboteo”, ahora esas “iguanas” rojas rojitas responsable del estado deplorable en que se recibió la empresa hídrica estadal pretenden erigirse en salvadores y prometer hacer en 7 días lo que a nuestro Gobernador le tomó gracias a decida acción menos de 52 horas: Restablecer el servicio de ese bien tan preciado.
Gracias a la actitud que caracteriza a al gobierno democrático del Estado Mérida en la transparencia de su gestión y constante comunicación con el pueblo, toda Mérida conoce las paupérrimas condiciones en que dejaron a Hidroandes, una empresa totalmente desvalijada, se recibió una hidrológica que está en el suelo, las autoridades de los últimos años la llevaron prácticamente a la quiebra y casi en situación de abandono, la cantidad de desperfectos son la consecuencia de años de desinversión, sin inventario ni de insumos ni de de equipos para reponer, situación esta que desde el inicio de la actual gestión se ha venido denunciado y, lejos de quedarse en las lamentaciones, inmediatamente el Gobernador del Estado y la actual directiva de la empresa iniciaron las gestiones necesarias para la obtención de recursos y tratar de revertir, rescatar y sostener un servicio de calidad, además de ello direccionaron los pocos recursos con los que cuenta el ejecutivo regional a la atención de esta situación, pero el daño es sistémico y hoy por hoy se requiere de grandes inversiones solo para palear los estragos de años de abandono, los culpables de lo sucedido no son otros más que aquellos que por años permitieron que la desidia campeará en la empresa hidrológica, lo cual se repite en todo lo ancho del territorio nacional en donde esa actitud negligente y depredadora ha sido el factor común y es por ello que hoy falla la distribución de agua, electricidad, alimentos medicina, servicios hospitalarios y pare usted de contar que ha llevado a nuestro país a una situación similar a las vividas luego de una guerra o un gran cataclismo.
Pero es que además de la atroz gestión de quienes por años administraron el agua en Mérida debemos sumarle la responsabilidad que sobre lo acontecido recae sobre Corpoelec quien debería asumir los costos de los daños producidos por su inoperancia y que condujeron a la quema de los motores bombas, las altas y bajas repentinas de la tensión eléctrica superaron la banda de tolerancia y en consecuencia, se producen los daños en estos equipos que por falta de inversión no cuentan con respaldo para su inmediata sustitución, Corpoelec no solo debería indemnizar a toda la población por los daños sufridos en los equipos domésticos sino también por el perjuicio ocasionado en contribuir al deterioro de los demás servicios públicos.