La cancha del “Soto Rosa” es un desastre
Ejemplo de la pésima gerencia en el deporte merideño
El estado en que se encuentra actualmente la cancha del Estadio “Guillermo Soto Rosa” es la prueba más evidente de la incapacidad que a lo largo de los últimos cuatro años ha mostrado la gente que tiene en sus manos el manejo de la actividad deportiva en Mérida.
Una instalación deportiva que debería ser un ícono por su historia y los eventos que ha albergado, hoy en día está totalmente abandonada, tanto en su infraestructura (baños, tribunas, casetas de transmisión, vestuarios, áreas de entrenamiento y pare usted de contar) como en su cancha y pista atlética, hasta el punto que los futbolistas y atletas corren el riesgo de salir lesionados cuando usan estas instalaciones.
Se cerró inesperadamente el estadio hace tres semanas, para que supuestamente le dieran mantenimiento, pero al abrirla está en peores condiciones, pues no se le hizo absolutamente nada (siempre alegan desde Imdafef la falta de recursos) y esperaban que por obra y gracia del Espíritu santo la lluvia hiciera el milagro.
Y decimos lluvia porque el sistema de riego de la cancha está dañado, y la semana pasada también se dañó el tractorcito que sirve para cortar la “ique” grama” que medio cubre la cancha,
Pasaron mucho trabajo las jugadoras de Caucheros FC y Flor de Patria el pasado domingo cuando jugaron en el “Soto Rosa” en partido de la Superliga Femenina, y la directiva del equipo merideño se quejó porque pagaron 80 mil bolívares por limpiar el estadio y 60 mil por marcar la cancha, y el domingo recibieron el estadio sucio, la cancha medio marcada, con las rayas que ni se veían, y la grama cortada en algunas partes si y otras no, lo que influyó en que Caucheros cayera derrotado.
El llamado es para el gobernador y para Carlos Maya, que hagan algo positivo y le inviertan algunos recursos a este estadio, porque en cuatro años de gestión solo ha recibido “pañitos de agua tibia”, la cancha es un desastre y de eso son responsables los que “gerencian” el deporte en Mérida
Ricardo Cabrera, CNP 3.560