Oscar Murillo: “El gobierno intenta resolver su problema de legitimidad a fuerza pura”

Óscar Murillo, coordinador de Provea: «La crisis venezolana solo tiene una solución: Volver a la Constitución»/ Foto: Provea
Para el coordinador general de Provea, pasamos de una “represión focalizada” a “un clima de terror generalizado”
ANALÍTICA
En la caliente tierra guayanesa, el periodista upatense Oscar Murillo (09/10/1982) estuvo al frente del diario Correo del Caroní y también se desempeñó como director de la escuela de Comunicación Social de esa sede de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), pero su acercamiento al mundo de los derechos humanos se inició en 2007 a propósito del estallido de la violencia sindical en el estado Bolívar. Desde 2024 es el coordinador general del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), ONG que ya tiene 36 años de fundada.
Provea ha sido señalada por autoridades gubernamentales por supuestos planes conspirativos. Ya en una ocasión, Murillo tuvo que ir a la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas a declarar.
¿Cómo llevas el terror y el miedo? –preguntamos- Respira profundo y responde: “Bueno, siento preocupación por mi equipo, porque Provea no es el coordinador general. Es un equipo de 14 personas” comenta.
Bajo ese clima, Murillo accedió a conversar con Analítica sobre la situación actual de los derechos humanos en Venezuela.
El balance
El informe anual número 35 de Provea correspondiente al año pasado fue llamado “Una década oscura para los derechos Humanos”. Murillo recuerda lo que allí señalaron:
“Lo que estábamos viendo era un retroceso no solamente desde el punto de vista político de la erosión del sistema democrático. En la medida que la democracia venezolana se deterioraba, había unas repercusiones desde el punto de vista del ingreso de la persona, de la pobreza, del aumento de la desigualdad”, explica.
–Y hoy en día ¿Qué tenemos en Venezuela?
–Tenemos un alto grado de impunidad, una desigualdad que se va ampliando, esta desigualdad tiene que ver mucho con un estancamiento de las condiciones salariales. Prácticamente ya incluso el propio gobierno no habla de salario, se habla de ingreso y esto es muy muy grave porque la Constitución establece claramente cuál es el concepto social del salario.
La ruta electoral
El coordinador de Provea sostiene que esa realidad “muy cruda en lo social” fue lo que llevó a los venezolanos a enrutarse en la perspectiva electoral del 2024 y que la situación en Venezuela se tornó mucho más compleja, a raíz de los acontecimientos sucesivos a las elecciones presidenciales del 28 de julio.
–¿Por qué?
–Porque precisamente la gente en medio de sus necesidades, en medio de sus preocupaciones económicas decidió, apostó, a una ruta electoral que permitiese abrir las puertas a un proceso de transformación social que iba a la par de un anhelo, yo creo que muy mayoritario de todos los venezolanos, que era comenzar un proceso de transformación también institucional que nos llevara a un proceso de redemocratización. Bueno, lo que vimos fue que allí hubo un bloqueo a esa salida. No entramos, digamos, en mayores detalles sobre el tema, porque evidentemente lo que para nosotros hubo fue un resultado electoral que no convenció a la luz de la validación ni nacional ni internacional. Pero ese hecho en sí lo que terminó fue derivando en un proceso de profundización del modelo autoritario, que es lo que hemos visto del 28 de julio hasta la fecha.
El hito
Las elecciones del 28 de julio de 2024, fueron un hito importante, de acuerdo al criterio de Oscar Murillo: “Vimos cómo se transformó la esperanza de un pueblo resuelto a resolver su conflicto institucional mediante unas elecciones a una indignación popular, que luego fue aplastada con toda la fuerza de la represión y que ha tenido entonces oleadas represivas, que al final lo que buscan es aplastar ese descontento generado por una crisis de legitimidad. El gobierno está en una crisis de legitimidad y está tratando de resolver esa crisis de legitimidad a fuerza pura. Y eso evidentemente abre un proceso de profundización de la crisis política”, sostiene.
-¿Cuál es la situación en esta fecha?
-Pasamos de una represión focalizada en un sector político en particular, a una represión generalizada que ha creado un clima de terror generalizado, un clima de terrorismo de estado, como lo ha dicho la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Entonces, ¿Qué tenemos al día de hoy? Tenemos desapariciones forzadas, que aunque no gusta al gobierno, pero es así, podemos decir que son detenciones arbitrarias, que luego se convierten en casos de aislamiento y de incomunicación total de la víctima con sus familiares.
Las comparaciones
Provea fue fundada en 1988. Esta larga trayectoria les permite hacer comparaciones en materia de derechos humanos con otras etapas históricas: “Nosotros hemos venido registrando los ciclos históricos de protesta social más importante de la Venezuela contemporánea. Es decir, el Caracazo (1989), 2014, 2017, 2019 y ahora 2024 y desde el punto de vista cualitativo, no tenemos precedente del número de detenciones que se registraron después de 28 de julio, según los hallazgos de nuestro informe anual. Es decir, no hay registro que se compare con los más de 2.000 detenidos. Eso desde el punto de vista numérico, pero desde el punto de vista cualitativo también vemos como de facto se suspendió el estado derecho, cuando a ninguno de esos 2.000 detenidos y a los que han seguido en enero y ahora mayo, a ninguno de esos detenidos se les permitió un abogado de confianza, una llamada telefónica para comunicar dónde estaba, cuál era su paradero y cuál era su situación de reclusión y, por supuesto, todos estos expedientes no han podido ser vistos por sus familiares y por sus abogados de confianza”, asevera.
Murillo hace el contraste: “¿Qué era lo que pasaba en 2014, 2017 y todavía en 2019? Bueno, estas personas eran llevadas a un tribunal. La gente sabía cuál era el tribunal, la gente se iba a los tribunales, hacían vigilias, hacían manifestaciones y estas personas podían ser o detenidos de manera prolongada o podían salir bajo medidas cautelares de libertad condicional. Hoy en día no ocurre nada de eso. Lo que pasó fue que la combustión del descontento fue tal y lo que se estaba generando en las cárceles de Tocuyito y Tocorón era una situación como una bomba de tiempo, que se abrió allí una compuerta y de esos 2.400 detenidos, al menos más de 1.600 fueron excarcelados entre los meses de noviembre, diciembre y enero. De ese grupo hay más de 300 que todavía están detenidos».
Las detenciones de 2025
Oscar Murillo señala que este año se han sumado al menos cien detenciones y que la liberación del equipo de María Corina Machado que estaba asilado en la embajada de Argentina en Caracas, coincide con una nueva oleada represiva, “quizá la más intensa después de los hechos de julio”.
Entre las detenciones más recientes están los casos del ex ministro de Hugo Chávez, Rodrigo Cabezas y otros profesionales de la economía.
Sobre los patrones de detenciones, Murillo explica que antes la persecución era en torno a los aliados más cercanos de Machado y Edmundo González,“pero se ha ido abriendo un compás que abarca a toda la voz crítica y disidente de la sociedad venezolana y esto tiene un particular agravante y que nosotros lo colocamos como alerta, que detrás de esto lo que se busca es eliminar la pluralidad y esto es muy peligroso porque se está tratando de acallar la voz crítica, pero detrás de esto (la intención) es prácticamente eliminar el disenso, eliminar la oportunidad del ejercicio de los derecho civiles y políticos que tienen todos los venezolanos”.
El coordinador general de Provea considera que esta situación solo tendrá una solución en la medida que las instituciones del Estado, cumplan con el mandato constitucional. “Nosotros tenemos un axioma, una premisa de trabajo, cuando hemos dicho que la crisis venezolana solo tiene una solución: volver a la Constitución”, considera el comunicador social de 43 años.