Bodegones/Mini-Markets y Narcolavado (¿?)

Isaías Márquez
Muy sospechoso y llamativo que Venezuela en medio de una recesión económica tan severa, con la que convivimos desde 2017, un país, donde no existe un proceso organizado y formal de bancarización, las nuevas divisas (dólares y euros) que están entrando a nuestra economía –dolarización de facto– estamos propiciando, en efecto, el ingreso de divisas de origen muy dudoso; escenario bueno, además, para el crimen organizado porque toda transacción estaría ocurriendo con escasa o sin supervisión, fiscalización y monitoreo alguno.
Así, los interesados en blanquear una riqueza ilícita cuentan con diferentes medios para el canje y movilización de tales recursos malhabidos. Las actividades más propensas para lograr su objetivo serían: la compra y veta de joyas, metales y obras de arte, alquiler de inmuebles, donaciones muy especiales y exclusivas, juegos de envite y azar, desarrollo de proyectos inmobiliarios y turísticos, remesas off shore, activos virtuales con acuerdos mediante criptomonedas (PTR) y/o criptoactivos, entre otros.
Por tal dolarización, de facto, nada extraño que se genere tanta
Suspicacia sobre las iniciativas más recientes denominadas “bodegones” y/o “mini-markets”, pues detrás de algunas de esas inversiones podría estar la mano peluda u oscura del narcotráfico o familiares y funcionarios sancionados del régimen tiránico. Asimismo, se sabe de muchas inversiones en algunos países del hemisferio; incluso, hasta en islas del Caribe para locales de venta de comida rápida, licoreras, panaderías, tiendas de ropa, librerías y negocios diversos, que irrradian señales de dinero sucio, a causa de una presencia masiva de venezolanos radicados en el área y otros nexos/vínculos.
Como corolario, el régimen optó hasta por dolarizar la economía informal, mediante gracia de importaciones exentas de impuestos a todo tipo de productos de EEUU y puestos a disposición de los compradores en los tales bodegones que pululan como monte a escala nacional, pero con acceso apenas para un dos por ciento de la población.
Trátase, el narcolavado, de un negocio que ha desmontado nuestra economía dislocándola mediante un factor extraño y maligno, el narcodólar, que nos indujo a una inflación al cierre 2019 de un 7374,4%, según AN.