Por qué la edad no importa cuando quieres emprender
EDITH GÓMEZ
Una de las características comunes que se encuentra en la mayoría de los seres humanos es la de criticar a los demás. Es un hecho, siempre será fácil encontrar razones para señalar a otros, así estos estén haciendo cosas buenas y dignas de admirar. Si es algo que te está ocurriendo en este momento, y sientes que te afecta, mira cómo superar el miedo a las críticas.
Una crítica con la que siempre se encuentran los emprendedores cara a cara cuando están iniciando un nuevo proyecto está destinada a atacar la edad con la que pretenden embarcarse en su nueva aventura de negocios. Por eso, a continuación, encontrarás las herramientas para no dejarte afectar cuando llegue algún desubicado a decirte que estás muy “joven” muy “viejo” para la gracia.
Menores de 30 años: en esta etapa muchas personas seguramente pensarán que estás demasiado joven y eres muy inexperto como para dejar cualquier tipo de estabilidad y arriesgarte a llevar adelante tu idea propia. Sin embargo, las personas de corta edad tienen la energía por las nubes, lo que les proporciona más ímpetu para poner a funcionar su negocio, están frescos, muchas veces recién graduados, su capacidad de aprendizaje es altísima y son más moldeables.
La recomendación acá es que te asesores con personas más experimentadas, que aprendas de los errores de otras personas para que no debas cometerlos tú mismo y que siempre tengas la disposición a dejarte guiar, por supuesto, tomando en cuenta la experiencia de quien lo hace. La buena noticia es que si fallas, tiene muchísimo tiempo para arreglarlo o volver a comenzar de nuevo.
Entre 30 y 55 años: unos de los principales contras que querrán colocarte las personas a tu alrededor será que es preferible tener una estabilidad para ti y los tuyos, que ponerse a perseguir un sueño efímero. Es tu responsabilidad demostrarles que crees en tu proyecto y que no se trata de algo pasajero.
Cuando se está en este rango de edad existe una mezcla fantástica entre experiencia de vida, negocios, energía y contactos útiles pero con prioridades mejor determinadas lo que te presionará un poco más para que alcances tus metas ya que hay muchas personas que dependen de ti.
Además, en reglas generales las personas contemporáneas suelen tener mayor seguridad en sí mismos y estar más claros de las cosas que desean, así que si estás pensando en si debes dejar o no a tu trabajo, para enfocarte en convertir en realidad tu propia idea de negocio, lee en Gananci las 9 señales de que necesitas renunciar a tu empleo hoy.
Mayores de 56 años: las ventajas de estas personas es que suelen tener más tiempo libre –si están jubilados-, una experiencia increíble de vida, que si se une a una práctica exitosa en los negocios, convierte a estos individuos en una probable mina de oro.
Aunque su nivel de energía física puede que no esté tan alto como en sus mejores años de la juventud, compensan esto con sus conocimientos prácticamente imposibles de encontrar en un jovencito.
No escuches a quienes te digan que no vale la pena emprender en tus años senior, o que te quedes tranquilo disfrutándolos sin preocupaciones porque podrías estar perdiendo la oportunidad de dejar un legado mayor a causa de las opiniones de ajenos.
La única verdad absoluta de todo esto es que en realidad no hay una edad precisa ni especial para emprender. Cada una de las etapas de nuestra vida tiene su esencia, sus altas, bajas, ventajas y desventajas. Queda de cada uno de nosotros el uso que le demos a las herramientas que obtenemos de cada uno de nuestros años.