Venezuela, el dolor de cabeza de la OIT

Redacción 2001
“Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado”. Ésta, una de las referencias más antíguas al trabajo y del lazo indisoluble que nos ata a él, bien pudo haber sido por si solo, uno de los factores que impulsaron a los países, gobiernos, empleadores y trabajadores a establecer una hoja de ruta para restarle el tono dramático impuesto por el Génesis 3.19 y alcanzar la justicia social.
Hace 99 años, se movieron las circunstancias para que se formara la Organización Internacional del Trabajo (OIT), amparado por las iniciativas del Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
Unos nueve Estados ganados inicialmente en la idea se comprometieron a fijar las normas del trabajo, formular políticas y elaborar programas para promover el trabajo decente de todos, proteger a los niños, jóvenes y mujeres, entre otros aspectos.
Venezuela investigada. La OIT se mantiene alerta ante las condiciones laborales en Venezuela. Existen denuncias formuladas por el sector empresarial contra el Gobierno de Nicolás Maduro por “supuestos ataques a la libertad de asociación y la falta de diálogo social con empleadores y trabajadores sobre cuestiones clave de la política laboral”.
Las pesquisas obedecen a una serie de denuncias realizadas desde 2015 por parte de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción.
Desde 2015 Fedecámaras sostiene ante la OIT que el Ejecutivo lleva a cabo una campaña de descrédito contra esa institución y sus dirigentes.
Los empresarios venezolanos denuncian violaciones de las convenciones de la OIT referidas a la libertad de asociación por los ataques a la patronal; los aumentos del salario mínimo sin acudir a la mesa de diálogo social; y el rechazo oficial al diálogo social para fijar la política laboral.
“Sin avances”. En los últimos tres años, el órgano ejecutivo de la OIT ha hecho recomendaciones al Gobierno y a falta “de avances”, tomó la iniciativa de designar el mes pasado una Comisión de Encuesta para investigar in situ la situación de los empresarios y trabajadores.
El procedimiento habla muy mal de la salud laboral del país, pues en los 99 años de historia de la OIT sólo han creado 12 comisiones de esa naturaleza , siendo Zimbabue el caso más reciente (2008).
Las comisiones, acota la OIT, se establecen “cuando un Estado miembro ha cometido supuestamente graves y persistentes violaciones de las convenciones internacionales sobre trabajo que ha ratificado”.
El recurso a su vez tiene abierto el camino despejado, dado a que a diferencia de la Misión de Alto Nivel, no requiere autorización del Gobierno.
El pasado mes de marzo se reunió el máximo órgano ejecutivo de la organización y por Venezuela estuvieron Jorge Roig (Fedecámaras) y (Marcela Maspero (Trabajadores) entre otros.
Mientras tanto, el presidente de Fedecámaras Carabobo, Carlos González Wolf anunció en aquel entonces que el ausentismo, un fenómeno de tanto cuidado y que afecta notablemente al sector laboral, rondaba el 40% en todo el país, señalando como principales responsables a las fallas eléctricas, aunado a la falta de transporte y de efectivo.