OPINIÓN

Epidemiología y Nutrición

Isaías A. Márquez Díaz

A la crisis alimentaria o hambruna que ha generado el desgobierno revolucionario, paralela a la  médico-asistencial, ahora éstas se refuerzan con una epidemia de sarampión en nuestra poblacuón infantil, que hasta ha traspasado las fronteras a causa de las migraciones en virtud de la crisis humanitaria a la cual nos somete  el chavomadurismo porque todos los recursos se devían hacia el financiamiento del terrorismo internacional contra los EEUU y algunos países europeos, aparte de unas dos toneladas de oro que se hallaban en las bóvedas del BCV, que  han sido enviadas a los EmiratosÁrabes Unidos.

 

Las campañas de prevención  conocidas como vacunación, fumigación y saneamiento ambiental, han caído en el olvido y la desidia. Viene a colación la época de oro del entonces MSAS a cargo del  extinto dr. Arnoldo Gabaldón, pionero de la lucha antipalúdica y antimalárica, asi como de otras enfermedades infectocontagiosas.

La problemática de la nutrición porque se carece de una política agroalimentaria seria y formal, que pretende paliarse mediante la distribución de las cajas CLAP, con productos agroindustriales exógenos, mientras las tierras de vocación agrícola de los campos de los estados Portuguesa (Turén) y Guárico (Calabozo) además de los de otras entidades federales, tales como los de Mérida, Barinas y Apure, merman su potencial agropecuario a causa de la desinversión y la inseguridad jurídica.

En consecuencia, se precisa de acciones ejecutivas no politiqueras y/o electoreras, ya que, sin dramatismos, el problema y/o  crisis es de gravedad suprema y de prioridad absoluta en vista de los males que hoy día se experimentan. Y, no vengan con la plañidera de excusa por los  precios del crudo, porque,  aun así, podría trabajarse bajo los mínimos; solo se requiere   una pizca de voluntad y de amor por Venezuela  en aras del bienestar de toda su gente.