Venezuela, objetivos de política económica – Por Henry Manuel Campo Rivas
Parece interesante pensar en la posibilidad de que la acción del actual gobierno no sea del todo errada, en el sentido de que tal vez haya una intensión no manifiesta detrás de la destrucción total de la economía nacional, la paralización del aparato productivo del país, el retroceso en materia energética y en la mayoría de las áreas, además de todas las distorsiones que van de la mano de estas deplorables acciones, como la inflación, la escasez la disminución en la calidad de vida y tantos otros síntomas que se pueden observar en el día a día de la sociedad venezolana. Sociedad que a medida que transcurre el tiempo se ve más entregada y desesperanzada.
Parece existir una estrategia para lograr doblegar o amaestrar a una sociedad, que en vista de la grave situación que afronta, donde la comida, algo tan indispensable, se ha vuelto un dolor de cabeza ya sea porque no se consigue o por sus elevados precios, parece responder de manera positiva al recibir del Estado en su rol de protector aumentos de sueldo, bolsas con porciones muy racionadas de comida, becas, pensiones, bonos y un sin número de subsidios, que casualmente cumplen todos con una característica en particular: son limitados, ninguno logra satisfacer por completo las necesidades del que lo recibe, creando y fortaleciendo un vínculo de dependencia y logrando así cambios de conducta y hasta de pensamiento en las familias venezolanas. Este esquema de políticas económicas parece un salvavidas que si bien tiene un pequeño orificio y se está desinflando mantiene a flote a los hogares venezolanos y les permite por lo menos sacar la cabeza para respirar, en el profundo mar de distorsiones en el que se encuentran sobreviviendo.
Así, surgen preguntas del tipo ¿por qué? y ¿para qué?, ¿por qué acabar con la economía? ¿Para qué crear dependencia? y parece a la vez crearse en las preguntas una relación medio-fin, medio: debilitar la economía, fin: crear dependencia. Esto con la firme convicción de aumentar los niveles de necesidad para así lograr un carácter representativo a las ayudas gubernamentales que como se dijo antes, siempre serán insuficientes, pero generaran una especie de circulo vicioso que se traducirá en el control del pueblo, de la comunidad, herramienta vital para el fin máximo: permanecer por mucho tiempo en el poder.
De esta manera, no parece alocado pensar que el gobierno actúa con pleno conocimiento de lo que está haciendo, no es casualidad que estemos viviendo la peor crisis económica en nuestra joven historia, simplemente son estrategias y herramientas que garantizan la consecución de sus objetivos, uno a uno.
* Estudiante del noveno semestre de Economía en la FACES-ULA.
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