Ofensiva naval de EEUU en el Caribe escala día tras día

Corresponsal de IPS
WASHINGTON / CARACAS (IPS).- Tres embarcaciones señaladas de llevar drogas fueron hundidas en las últimas dos semanas -y sus ocupantes perecieron-, por la poderosa flota aeronaval que Estados Unidos mantiene en el Caribe y cuyos cañones apuntan a Venezuela, según informó este martes 16 el presidente el ese país, Donald Trump.
A punto de iniciar un viaje al Reino Unido, Trump dijo a periodistas en Washington que «ustedes solo saben de dos, pero en realidad han sido tres» las embarcaciones, abatidas «en aguas internacionales» del Caribe cuando llevaban cargamentos de drogas con destino a Estados Unidos, según expuso el mandatario en redes sociales.
Las imágenes de las embarcaciones estallando en llamas por el impacto de los proyectiles dejan una estela de interrogantes, que van desde cómo se despachan drogas a Estados Unidos en pequeños botes a miles de kilómetros, hasta preguntarse si se trata de pasos previos de alguna operación militar sobre Venezuela.
En julio una orden aún secreta de la Casa Blanca ordenó movilizar la flota -hasta ahora ocho buques de guerra erizados de misiles, una docena de aviones de última generación y 4000 efectivos- para combatir el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, y esas unidades se desplegaron en agosto en el Caribe frente a Venezuela.
Washington acusa con un tono cada vez más firme al presidente venezolano Nicolás Maduro, y a varios de sus colaboradores, de dirigir el «Cartel de los Soles», que estaría integrado por mandos militares que facilitarían el tráfico de drogas, y de aupar al Tren de Aragua, una banda delincuencial de origen venezolano.
Trump ha dicho que Maduro lidera «una de las redes de tráfico de cocaína más grandes del mundo», y su secretario de Estado, Marco Rubio, reiteradamente lo llama «presidente ilegítimo», pues Washington y otros gobiernos lo acusan de haber «robado la elección presidencial» del 28 de julio de 2024.
Maduro dijo que Estados Unidos prepara «una agresión militar contra Venezuela», anunció que presentará resistencia armada, y su gobierno colocó en alerta a las fuerzas militares e inició una campaña de alistamiento y entrenamiento de miles de milicianos para que enfrenten, armas en mano, una eventual invasión.
En ese contexto, el 2 de septiembre Trump anunció que la fuerza estadounidense bombardeó y hundió una embarcación que salió de Venezuela hacia su país, cargada con drogas, y sus 11 ocupantes perecieron.
Mostró un breve vídeo de la lancha rápida incendiada y destruida por el impacto de lo que pareció un misil.
Días después, medios venezolanos dieron cuenta de que la lancha y sus ocupantes salieron del pequeño poblado pesquero San Juan de Unare, en el extremo noreste del país, con destino a Trinidad y Tobago, cuyo gobierno celebró la intercepción.
El presidente colombiano Gustavo Petro dijo que la lancha pudo ser abatida en aguas de Trinidad y Tobago y no internacionales, y pidió una investigación y rescate de cadáveres, lo que descartó de plano la primera ministra trinitobaguense Kamla Persad-Bissessar, declarándose aliada de Washington y enfrentada a Caracas.
Mientras medios políticos y de prensa en Estados Unidos debatían sobre la legalidad y pertinencia de atacar a una lancha con drogas con la fuerza militar y matar de modo fulminante y sin mayor trámite a sus ocupantes, Trump anunció el 15 de septiembre que la operación se repitió con una segunda nave y tres «narcos» abatidos.
El mandatario dijo que «tenemos pruebas. Basta con mirar el cargamento. Se esparció por el océano: cocaína y fentanilo por todas partes. Lo tenemos todo grabado con mucho cuidado, porque sabíamos que ustedes (los periodistas) nos perseguirían», con sus interrogantes.
Agregó que, en cuestión de días, en el área de las operaciones «ni siquiera hay barcos de pesca, nadie quiere salir a faenar. El negocio de la pesca se verá afectado. Si yo fuera pescador no saldría a pescar», en esa zona del Caribe sudoriental.
De hecho, un pequeño barco atunero venezolano fue interceptado, abordado y requisado en una infructuosa búsqueda de drogas el 13 de septiembre por efectivos estadounidenses despachados desde el destructor «Jason Dunham», que integra la flota en el Caribe. El buque fue liberado al cabo de ocho horas.
Y este martes, al informar que han sido tres las embarcaciones abatidas, Trump agregó un mensaje dirigido a Maduro: «Deje de enviar drogas a Estados Unidos. Deje de enviar a su gente, a sus presos, a nuestro país».
En la ofensiva antiinmigrantes que lanzó apenas asumió la presidencia el 20 de enero, Trump ha sostenido que el gobierno de Venezuela deliberadamente impulsó a individuos con prontuario delictivo para que migrasen a Estados Unidos, dentro del torrente latinoamericano que cruzó en los últimos años la frontera con México.
También esa frontera es la más utilizada para el ingreso de drogas a Estados Unidos, en particular del opiáceo fentanilo, de acuerdo con reportes de la propia DEA, la agencia antidrogas del gobierno estadounidense.
Más aún, la ofensiva arancelaria que Trump esparció por el mundo apenas asumió la presidencia comenzó con sus vecinos y socios Canadá y México, como represalia por facilitar la introducción de fentanilo, y contra China, rival estratégico y fuente de insumos para fabricar el opiáceo principalmente por carteles mexicanos.
América del Sur, por el contrario, no es gran productora de fentanilo sino de cocaína, que va hacia Estados Unidos principalmente por rutas del océano Pacífico, sobre todo desde Colombia y Ecuador, a veces con escala en América Central y México.
También se exporta desde varios países sudamericanos -incluida Venezuela- hacia el Caribe y sobre todo hacia Europa, utilizando vías incluso en el Cono Sur americano y puntos intermedios en África.
Trump y sus colaboradores han presentado y defendido la acción militar sobre las embarcaciones que señalan de transportar drogas como actos de legítima defensa para la seguridad de Estados Unidos y sus habitantes.
«El año pasado mataron a 300 000 personas en nuestro país, y no vamos a permitir que vuelva a suceder», dijo Trump al informar el hundimiento de la segunda lancha.
Según los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, en 2022 y 2023 hubo unas 110 000 muertes anuales por sobredosis de drogas, la mayoría causadas por fentanilo, y las cifras disminuyeron ligeramente según los datos disponibles hasta septiembre de 2024.
El uso de la fuerza militar contrasta con las políticas y prácticas más aconsejadas por ejemplo por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, como mayor vigilancia de guardacostas, control de puertos y aeropuertos, labor de las policías, y control de precursores químicos y de los movimientos de capitales.
Pero también sobre la legalidad de la legalidad crecen advertencias de especialistas en Derechos Humanos de la Naciones Unidas y de dentro de Estados Unidos.
Por ejemplo, el contralmirante Donald Guter, fiscal general retirado de la Armada estadounidense dijo con el hundimiento de las lanchas Trump está normalizando lo que considero un ataque ilegal».
«Las acciones del presidente Trump constituyen una flagrante violación de la ley y un peligroso ataque a nuestra Constitución», declaró por su parte el senador John Reed, el Opositor demócrata de mayor rango en el Comité de las Fuerzas Armadas.
Agregó que «ningún presidente puede librar una guerra en secreto ni llevar a cabo asesinatos injustificados. Eso es autoritarismo, no democracia», agregó Reed.
Senadores demócratas interpelan al gobierno en Washington acerca de las motivaciones y legalidad de las operaciones emprendidas, que habrían excedido facultades presidenciales en detrimento de las del Congreso.
Para Maduro, en cambio, «todo el mundo sabe que el cuento de la droga y el narcotráfico es un argumento. Esa es la narrativa, quieren (los Estados Unidos) un cambio de régimen para apoderarse de las riquezas del país».
A-E/HM
Visite esta noticia en https://ipsnoticias.net/2025/09/ofensiva-naval-de-eeuu-en-el-caribe-escala-dia-tras-dia/
————————————————
Inter Press Service – IPS Venezuela
Correo: caracas@ipslatam.net
Correo: rlimaco@ipslatam.net
Apex: http://apexven.org