MÉRIDA

La cocina sincera

 

El pan nuestro de cada día

Amo la vida, pesé a sus laberintos

Porque de ellos se nutren mis sentidos

Y se acera mi andar,

Paso con paso.

Creo en la vida

En el valor de la existencia

Y en el amor como la fuerza tenaz que la transforma.

Creo en los surcos repletos de semillas

Porque encierran un reto a la existencia;

En el labriego, que con paciencia siembra

Y en su mano callosa que cultiva.

Creo en la tierra que multiplica la vida

Y en la mano del ser, que su semilla trilla

Argelia Velásquez de Silva

 

La cocina sincera

 

“Sincero es un adjetivo calificativo que se usa en el lenguaje común para hacer referencia a una persona que se maneja a través de la sinceridad por contrario a la falsedad. La persona sincera o el individuo sincero es aquel que dice la verdad, que no recurre a mentiras y que reconoce sus sentimientos “

  • Mucho se habla en estos días de la cocina local, de amar lo nuestro de darle realce o protagonismo a nuestros productos, y sé que hay muchas personas trabajando en esto pero hasta qué punto esta tendencia es realmente sincera? Creo que llevar este concepto de Sinceridad a la cocina es de vital importancia para el desarrollo de una verdadera soberanía alimentaria sostenible y en función de esta desarrollar la cocina local y el turismo gastronómico fomentando el conocimiento estudio y desarrollo de la agricultura local como base fundamental de lo que sería la verdadera cocina nuestra
  • Desde hace algún tiempo surge una nueva tendencia que se podría llamar “Gastromoda “la cual ha hecho que se formen muchas escuelas de cocina con planes de estudio que en vez de generar un verdadero conocimiento de la raíz fundamental de la gastronomía, exaltan algunos egos y algunos fanfarrones con títulos, a eso le sumamos la internet, los videos, los programas de televisión que hacen creer falsamente a los futuros gastrónomos que el ver una técnica implica el dominio de la misma. Buscan crear una cocina que impresione, con menús largos, de ingredientes increíbles, cosa que es muy buena para una cocina de exhibición, de espectáculo, pero no para generar una verdadera conciencia gastronómica que podría ser representativa de cada estado población municipio o caserío. Creo que la aplicación de este concepto de cocina sincera debería de estar íntimamente ligada a la verdadera formación de conciencia gastronómica culinaria y agrícola para poder crear una verdadera identidad culinaria que nos lleve a reconocer las riquezas que tenemos.
  • Dicho en palabras del cocinero venezolano Rómulo Hidalgo: Nuestra cultura alimentaria está totalmente alejada de nuestro potencial productivo, los productos autóctonos han sido olvidados por nuestras generaciones actuales, los campesinos solo saben sembrar semillas de lata y usar venenos para mantener sus siembras, las semillas que sembramos son producto de laboratorios que están fuera de nuestro país, las comidas que preparamos son aprendidas de un estándar internacional, enseñadas a través del poder comunicacional, lo originario cada vez tiene menos posibilidad de ser y todo esto porque no tenemos el suficiente amor propio como para sentirnos orgullosos de lo que tenemos y que ningún espejito nos impresione como para creer que el oro que tenemos vale menos.

La cocina sincera tiene como objetivo fundamental volver la mirada a los orígenes de los productos, el respeto de los ingredientes y técnicas, incluso el rescate de los recetarios originarios de nuestros antepasados reivindicándolos, para así poder generar una cocina de vanguardia consciente sustentable y sincera, que valla en pro del desarrollo de los ingredientes autóctonos u originarios reconocer la importancia de los productores y su estrecha relación con los cocineros, ya que toda esa “Gastromoda” llena  de sofisticación vanguardia tecnología pasara y quedara lo verdadero y esencial…”

El tiempo nos dará la razón a los soñadores a los que creemos en que una de las maneras de hacer país debería estar en el reconocimiento de lo nuestro, en el amor propio a nuestras raíces a nuestra riqueza honrando las tradiciones culinarias y al mismo tiempo explorar e innovar nuevas maneras de descubrirla y disfrutarla