OPINIÓN

Ampliación del cono monetario en Venezuela – Por Yosma Alexander Uzcátegui (*)

Tres nuevos billetes se integraron a partir de jueves 13 de junio de 2019 al cono  monetario, Esta medida impulsada por el  Banco Central de Venezuela (BCV),  tiene por objetivo hacer más eficiente el sistema de pagos y facilitar las transacciones comerciales.

Actualmente, en Venezuela circulan los billetes conformados por 8 piezas de 500, 200, 100, 50, 20, 10, 5 y 2 bolívares, sumados a las monedas de 1 y 0,5 bolívares, a estos se le suma las nuevas piezas  de Bs. 10.000, Bs. 20.000 y de Bs. 50.000, que comenzarán a circular paulatinamente, y vienen a complementar y optimizar el actual cono monetario, para cumplir con los requerimientos de la economía nacional.  Estos billetes formarán parte del cono monetario que entró en vigencia en agosto de 2018, tras el anuncio del presidente Nicolás Maduro, y que tenía como fin combatir el contrabando de la moneda, así como fortalecer la economía.

Teniendo en cuenta esto, y para evaluar los niveles de la crisis que golpea con fuerza al pueblo venezolano, el billete de mayor denominación que comenzó a circular en junio de 2019 prácticamente se acerca al valor del salario mínimo  vigente en el país, que es de 65 mil bolívares, haciendo la suma total del sueldo mínimo de 40 mil y el bono de alimentación que es de 25 mil bolívares. El gobierno puede alegar que el ingreso integral del trabajador, incluyendo el bono alimentación que está alrededor de los 25 mil bolívares, es sumamente superior, pero esto constituye, un engaño  debido a que la ayuda alimentaria no incide en ninguno de los cálculos que están vinculados al salario, como aguinaldos, vacaciones, antigüedad y demás prestaciones sociales. Otorgándose a los trabajadores  la “bonificación” del salario, el salario mínimo de, Bs. 40.000, podrá pagarse con dos billetes de Bs. 20.000 y el de mayor denominación, Bs. 50.000. Lo que equivale a unos $8,20 al cambio oficial.

En Venezuela los billetes de bolívares pierden valor cada día y los bancos solo dispensan cantidades muy pequeñas, totalmente insuficientes para hacer frente a los gastos del día en una economía hiperinflacionaria; en esta situación, hasta las cosas más mínimas como un jugo o un pan han de pagarse con tarjeta o a veces incluso mediante transferencia bancaria. El bolívar tiene tan poco crédito que en muchos lugares no se admite como forma de pago, por ejemplo, en Táchira, zona fronteriza con Colombia, predomina la moneda de ese país, el peso colombiano, mientras que en zonas de la frontera con Brasil se transa usando el  real brasileño. Según los últimos datos de la  Asamblea Nacional, la inflación en la nación sudamericana se desaceleró en mayo, ubicándose en 31,3%. Sin embargo, la acumulada hasta mayo alcanzó 905,6%. Y la interanual se ubicó en 815.194%. De acuerdo a estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela cerrará el año con 1.000.000 % de inflación.

El mes pasado, el BCV rompió el silencio de los indicadores económicos después de casi cuatro años sin hacerlo y reconoció que el país cayó en hiperinflación en diciembre de 2017. En un país con hiperinflación, la ampliación del cono monetario es solo una operación estética para un paciente en cuidados intensivos.

Yosmar Alexander Uzcátegui

 Estudiante del décimo semestre de Economía en la FACES-ULA