SUCESOS

Escuchamos gritos, pero eso era normal en el apartamento: vecinos del edificio Las Delicias

L. Dagand

No hubo vecino que no tuviera palabras bonitas hacia la abuela Fidia Iris Espina Díaz, asesinada a puñaladas junto a sus nietos de 26 y 17 años, la madrugada del domingo 1 de septiembre.


«Era muy caritativa, cariñosa, ayudaba hasta a carretear agua de un apartamento a otro… No hay palabras para describir lo que uno siente ante semejante tragedia», dijo una pareja de vecinos de la septuagenaria Fidia.


A la abuela y a sus nietos Davianna Lourdes Acosta Piñeiros (26) y Saidcarlos David Piñeiro (17) los mataron a puñaladas. Los cuerpos los encontró, la mañana del domingo, la hermana  de Davianna y Saidcarlos.


El triple homicidio ocurrió en el apartamento 8-05 del bloque Norte 1 del conjunto residencial Las Delicias, ubicado al lado del elevado del mismo nombre y detrás del cementerio El Cuadrado, en el centro de Maracaibo.


-«Nosotros escuchamos los gritos en la madrugada, nos pareció que eran más intensos que otras veces; pero los nietos de Fidia eran especiales y gritaban mucho, eso era normal en ese apartamento… No nos resultó extraño», señaló una mujer que reside en el mismo edificio donde ocurrió este triple crimen.


Amaneció y ninguna situación fuera de rutina  llamó la atención del conjunto residencial, donde a media mañana unos nuevos gritos, más desgarradores, dieron cuenta de una verdadera tragedia.


– «Una nieta  de Fidia llegó al apartamento 8-05 y al no abrirle nadie, forzó la puerta. Entró y halló los tres cadáveres. Dijeron que fue en la sala donde los dejaron», recordaron, entre lamentos, dos hombres y una mujer la mañana de este lunes 2-S.


En el conjunto residencial señalan que hace poco al apartamento entró a vivir una pareja joven que se hizo amiga del nieto de Fidia. 


«Él (Saidcarlos David) convenció a la abuela de que les diera techo. Los esposos son jóvenes y venden café y chupetas cerca de la gasolinera Benavides», apuntó la comunidad.


Los vecinos desconocen más detalles de esa pareja. Uno se atrevió a decir que le llegó a ver en una computadora «imágenes de espiritismo y símbolos satánicos».


– «A esa gente no la hemos visto más desde el sábado 31-A», dijeron.


Investigadores del Cicpc están abocados a esclarecer pronto este escalofriante caso que mantiene en expectativa a los marabinos.

Trascendió que en el apartamento 8-05 falta una computadora y un teléfono celular.