Llámese Juan Bimba o Juan Guaidó – Por Adrián José Albarrán

Conversando con una buena amiga, la Abogado Vanessa Quintero, se me vino una frase a la cabeza que le dije a razón de su preocupación por la coyuntura nacional; Le comenté «Está lucha es épica porque le tendremos que decir a nuestros hijos que no sólo fuimos oposición de la tiranía, sino oposición de la oposición».
Efectivamente, hoy cientos de miles de ciudadanos no estamos de acuerdo con una oposición que se resiste a transitar por la ruta planteada en enero de este año, la ruta del artículo 233 y que hemos denominado la ruta del coraje. La llamamos así no por cliché, moda o marketing, sino porque desmontar un estado que se sostiene sobre el crimen no es cualquier cosa, requiere de un altísimo compromiso con el país y un carácter firme para tomar las decisiones ajustadas al momento histórico que nos tocó vivir a los Venezolanos, requiere sin duda, coraje.
Nos han vendido la idea de que debemos unirnos y apoyar ciegamente decisiones que solo toma una cúpula desde Caracas, nos han manipulado vendiendo esperanza para que bajo nuestra fuerza ciudadana demostrada de diversas maneras, se termine negociando en nombre de nosotros nuestra Libertad, pero ya fue suficiente.
Quizás mis líneas se puedan leer extremistas, pero sin duda hemos llegado al momento en el cual debemos hablar más duro. Son casi 5 meses exigiéndole a la Asamblea Nacional activar el artículo 187 numeral 11 y van 18 semanas exigiendo a la AN incorporación de Venezuela al TIAR, que hoy luego de la aprobación en primera discusión parece haber una dilatación premeditada de la misma. Ya es demasiado.
Hoy no hay cheques en blanco para nadie, quienes no estén dispuestos a hacer lo que tienen que hacer para desalojar el entramado criminal, entonces deben apartarse, llámese Juan Bimba o Juan Guaidó. El Señor Presidente encargado tiene aún la oportunidad de deslastrarse de intereses partidistas, tomar sus propias decisiones y trabajar con sus verdaderos aliados, pero si no lo hace se encontrará de frente con un país entero que ya no aguanta más.
No nos cansaremos de insistir en lo que el país requiere, porque se trata de nuestro futuro en nuestra tierra, se trata de nuestras familias y las nuevas generaciones. Que la indignación nos mueva a hablar más duro y que se imponga el sentimiento de millones de Venezolanos.