ARQUIDIÓCESIS DE MÉRIDA – GOBIERNO SUPERIOR ECLESIÁSTICO – COMUNICADO

El Cardenal Arzobispo, su Obispo Auxiliar, Sacerdotes, Religiosas, el Departamento Arquidiocesano de Educación y directivos de los Movimientos de Apostolado Seglar, expresamos nuestra consternación y repudio ante la muerte violenta y absurda de la joven Geraldine Quintero, alumna del colegio La Sagrada Familia y de la niña de nueve años del Barrio Pueblo Nuevo de Mérida.
No podemos acostumbrarnos a ver las muertes violentas como algo natural que no nos llame a una reflexión más profunda.
Perder el sentido de la dignidad de la vida, pensar que puedo abusar y aprovecharme de la vida de unas menores, y luego, sin escrúpulos ocasionarles la muerte, es un crimen que requiere ser visto con atención.
El lenguaje de violencia y odio, la permisividad que deja todo crimen en la impunidad porque no existe sino la ley de la selva en la que cada quien hace y deshace a su saber y entender, hace de Venezuela una fábrica de cadáveres porque la vida no vale nada, no sólo para los criminales, sino también para las autoridades, nos convierte en una sociedad primitiva en la que triunfa el más fuerte, sin que haya la defensa del más débil.
Nos unimos en la oración por el eterno descanso de estas menores, y nos hacemos solidarios con sus familiares y con las instituciones donde estudiaban.
Seamos sembradores de esperanza, constructores de una familia y de una sociedad fraterna en la que la vida de los más pequeños sea nuestra primera misión.
Y exigimos a las autoridades competentes cumplan con su primera misión que es la defensa y el cuidado de toda la población sin distingos de ninguna especie.
No seamos cómplices de estar propiciando la monstruosidad de quienes actúan movidos por intereses oscuros que no nos llevan a la fraternidad y solidaridad, sino a la violencia y la muerte.
Que nuestra oración sea un bálsamo en estos momentos de dolor, pero a la vez, fuerza para ser protagonistas de la vida plena de todos los venezolanos.
Con María Santísima digamos “Estrella de la nueva evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz”.
Pedimos al Pbro. Leonardo Angulo, Vicario Episcopal para la Educación, a nuestro Vicario General Pbro. Alexander Rivera que se hagan presentes en las exequias, y a todas las parroquias que hagan un novenario de misas por estas dos criaturas y por la paz y consuelo de sus seres queridos.
Con mi bendición y afecto
+Baltazar Enrique Porras Cardozo – Cardenal Arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de Caracas
+Luis Enrique Rojas Ruiz – Obispo Auxiliar de Mérida
Caracas, 9 de enero de 2020