ATAQUE Económico EE UU
Isaías A. Márquez Díaz
Cualesquiera hayan sido las razones que indujeran a Trump a fin de que adoptase ciertas medidas y/o decisiones infames sobre nuestra economía fundamentada, tal y como sabemos, en la exploración, producción, refinación y comercio de los hidrocarburos, mal podría venezolano alguno regodearse con tales vejámenes, ya que trastornan, directamente, toda iniciativa por la recuperación del país, sin importar de quien provenga. Sobre todo, resulta traumática, sobremanera, la “prohibición de negociación de la deuda del país y algunos papeles de negociación con mínimos de 18 meses”, lo cual ya ha generado el primer impacto negativo, cuando los precios de bonos venezolanos caen por efecto de tal decisión con matices de aberración, pues el afectado directo no es Nicolás Maduro, sino el pueblo venezolano tan digno y noble, no merecedor de semejante desvarío, aparte de la intervención que ha ratificado el lunes 21/8 mediante el “factor sorpresa”.
El impacto directo sobre la economía la orden donde se establece que “el gobierno a cargo del presidente Nicolás Maduro solo podrá emitir licencias para comerciar petróleo por 30 días más”, es insólito y arbitrario, pues nuestro petróleo le pertenece ni se hipotecará.
Para colmo, Crystallex gana orden judicial en EE UU para confiscar fondos de Venezuela que están depositados (¿?) En el Bank of New York Mellon Corp., lo cual implica un obstáculo para gestionar pagos de rutina, en medio de la presión que ejerce sobre EE UU toda autoridad y sus acreedores.
Por tanto, no es función de EUA, ni de algún otro estado, inducir sobre nuestras inversiones para justificar dislates en momentos cuando toda Venezuela vive una crisis socioeconómica superable. ¡Please, let’s be, don’t worry!
isaimar@gmail.com