OPINIÓN

Bums petroleros, penurias y deuda en default

Isaías A. Márquez Díaz

Aunque por unas nueve décadas DISFRUtamos bums petroleros progresivos y sostenidos, equivalentes a unos 940495 millones de dólares que causaron ingresos tributarios por unos 395327 millones de dólares, aparte de ingresos por otros tributos equivalentes a unos 251767 millones de dólares, ocasionando un furor incontenible en algunos de sus gobiernos de turno, tal y como ocurrió durante el lapso 2004-2014 durante los gobiernos de Hugo Chávez/Nicolás Maduro cuando el país recibió la friolera de unos 775959 millones de dólares, más unos 395327 millones adicionales causados por las mismas operaciones, birlados en agravio a la deuda social, imprescriptible, con la población venezolana, cuya penuria se palpa, a diario, en personas indigentes hurgando sobras alimenticias por las principales vías públicas de la ciudad, también lúgubre y abandonada.

Renta que se destinó, mayormente, al gasto público traducido en burocracia administrativa, exportación de la “revolución”, lo que implicó, entre otros, el impulso de ALBA, PETROCARIBE, Foro de Sao Paulo y la dotación de la milicia bolivariana, sin basamento legal.

Ahora se estima que el nivel de riesgo país (EMBI+) podría superar los 30000 puntos, al incrementarse desde fines de 2018 en casi un 105,47 %. Pues ya durante agosto 2019 alcanzó su peor nota histórica al ubicarse en unos 12581 puntos, la peor valuación que midió JP Morgan.

Asimismo, señala que Venezuela exhibe el peor de los riesgos de inversión a la fecha.

Según la AN, la deuda financiera de PDVSA en unos 34555 millones de dólares más acreencias en bonos de la República que totalizan unos 46440 millones, cuya deuda en default estima Aristimuño Herrera & Asociados se eleve a unos 17048 millones al 31/12/2019 con indicador de unos 30000 puntos; aumento en unos 7161 enteros, equivalentes al alza de un 56,56 %; niveles vistos, penosamente, en una economía no deshecha por un conflicto bélico.

Por otro lado, acumuló pasivos impagos por unos 12188 millones desde septiembre último, que además incluye pasivos del 2018, aparte de más de unos 70000 millones en DEFAULT, según Bloomberg, que el régimen de NM decidió no seguir pagando la deuda externa de la República y de PDVSA, cuyo llamamiento a una supuesta reformulación de la misma, quedó en saludo a la bandera, puesto que no surgió propuesta  formal alguna a ver si lograba suprmirse las ganancias que la misma produce a diversos intermediarios, incluyendo a entes del Estado y hasta funcionarios  muy reconocidos del régimen, lo cual nos acredita el apelativo de “maulas”. Según S&P, somos la economía Nº 65; el PIB per cápita– muy buen indicador del nivel de vida-, durante 2018, se ubicó en unos 2887 euros y, con esta cifra, se ubica hacia el final de la tabla, en el puesto 128, lo que conlleva un nivel de vida ínfimo en relación con los 196 países del rsnking PIB/per cápita. Y, en cuanto a nuestro IDH, -índice para medir el progreso de un país-, según ONU, nos hallamos en el puesto 78.

 Quizá, Estemos ante un punto de no retorno,  solo reversible, con brío, arrojo y ánimo decididos.