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Cardenal Baltazar Porras asiste a la Basílica de San Pedro para rendir tributo al Papa Francisco en su funeral

El cardenal destacó que el Papa fue una figura amada en todo el mundo

EL UNIVERSAL

Caracas.- El cardenal Baltazar Porras ofreció un emotivo homenaje ante el féretro del Papa Francisco durante las exequias celebradas en El Vaticano este jueves por la mañana.

«Estamos a punto de entrar a la Basílica de San Pedro con un grupo de sacerdotes venezolanos para orar en agradecimiento ante la tumba de este querido Papa Francisco. En mi recorrido de aproximadamente 400 metros desde la Casa Generalicia de los Padres Jesuitas hasta aquí, he visto multitudes; son verdaderos ríos humanos, no solo de católicos, sino de personas de diversas religiones. Por ejemplo, me encontré con un musulmán que compartió: ‘Siento que ese llamado a la fraternidad y a reconocer que todos somos hijos de Dios es lo que me ha traído aquí, como musulmán practicante, a las exequias del Papa Francisco'», comentó en un mensaje enviado a Unión Radio.

Porras destacó que el Papa fue una figura amada en todo el mundo y expresó su deseo de que «su legado perdure, tal como él mismo lo solicitó. Este es un proceso que requiere la conversión del corazón para unirnos a todos. Como venezolanos, tenemos una gran deuda con el Papa, quien nos quiso tanto y se preocupó por nosotros. En sus últimas semanas de vida nos regaló dos santos: nuestro querido doctor José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles. A lo largo de este año jubilar, es probable que reciban su canonización por parte de su sucesor».

El cardenal también hizo un llamado a mantener la oración para que la luz del Espíritu Santo ilumine al Colegio Cardenalicio en el Cónclave, «para que la elección del próximo Papa sea de un hombre abierto al mundo entero, capaz de afrontar los cambios actuales con una actitud pastoral, siguiendo el espíritu de Jesús».

En su cuenta de Instagram, el Cardenal Baltazar Porras, escribió:

El Señor ha sido misericordioso con todos los que tuvimos la honra de conocerte desde Buenos Aires hasta ser el Obispo de Roma y compartir momentos significativos desde tu humildad y sencillez.

Tus peticiones se han cumplido hasta este último momento. Permanece en nosotros un gran legado, con el compromiso de seguir la labor que nos has encomendado.

Que nuestro Señor y la Virgen Santísima te reciban en la vida eterna, siervo bueno y fiel.