Cuando la necesidad apremia, aparecen los ‘nudes’ y webcams

Ventas de ‘nudes’ y pornografía en webcams se convierte en fuente de trabajo en Venezuela
Jose Gregorio Rojas
La venta de desnudos a través de las redes sociales y el trabajo pornográfico con Webcams, se torna cada vez más común en Venezuela.
A pesar de los diversos problemas que puede presentar este tipo de actividad, algunas personas, tanto hombres como mujeres están tomando esta alternativa que genera dividendos en moneda extranjera.
En algunas ocasiones, por necesidad ante la crisis económica, la pornografía se convierte en una opción para quienes no cuentan con recursos, mostrando diversidad en las formas en las que se practica, ya que en ocasiones algunas personas ofrecen por medio de sus redes sociales la venta de fotos y videos explícitos y en otros casos, lo hacen por medio de portales web.
La joven entrevistada, de quien obviamos su identidad, es una mujer merideña que aceptó este trabajo en búsqueda de una alternativa económica rentable ante la emergencia humanitaria compleja, que se registra en el país.
-¿Cuál fue el motivo que la llevo a entrar en este negocio?
-La necesidad. Gano alrededor de 70 dólares quincenales. A pesar de que acá en Venezuela no alcanza para mucho, es algo.
La joven recuerda sus primeros pasos en el mundo de las Webcams comentando que conoció de este trabajo, a través de una amiga. Luego presentó una entrevista de trabajo en donde le exigieron exámenes médicos, para posteriormente entrar en una habitación, donde le pidieron desnudarse para ver su físico, ya que requerían ciertas medidas o determinadas condiciones físicas.
Ella trabaja a través de una página web, la cual según su comentario, es muy usada en Venezuela a pesar de los problemas que presenta en términos legales. “Es muy riesgosa ya que no está bloqueada para Venezuela, entonces tus familiares te podrían ver” aseguró.
Este portal funciona por la criptomoneda Token, las cuales los usuarios gastan para ir pidiendo diferentes acciones de las personas que son transmitidas a través de Streaming, que es la retransmisión de contenido por medio de una red. El precio de la moneda de pago ronda los 10 dólares por 50 Tokens. “Me han pedido hacer cosas muy raras, aunque evidentemente hay cosas que no estoy dispuesta a hacer, pero en esos pedidos poco comunes he llegado a ganar 100 dólares”.
Nuestra entrevistada, quien era estudiante de la Universidad de Los Andes, abandonó sus estudios para trabajar. Agregó que “no es un trabajo fácil, créeme. Algunas chicas piensan en sus familias, pero es la manera en la que podemos mantenerlas ya que generamos buenos ingresos”. Además reiteró que no espera trabajar en la industria de la pornografía para siempre, sin embargo aclaró que “no somos prostitutas ya que no nos acostamos con nadie por dinero, solo nos mostramos haciéndolo y nos gusta que nos vean”.
–Evidentemente existe un aspecto moral que hay que tener en consideración en este tema ¿Cuál es tu postura?
-Solo me incomodaría que me vean mis padres. Mi pareja sabe que hago esto y lo acepta de buena manera. Además, hay muchas personas haciendo lo mismo y el proceso de selección de mis compañeros es lento para que exista una amistad con ellos.
Sin duda alguna, este tipo de trabajos con las webcams es apenas una parte de la industria de la pornografía que se está realizando actualmente. No solo las mujeres participan, también los hombres se encuentran inmersos en esta alternativa, que sin embargo deja dividendos a quienes toman la decisión de sumergirse en ese mundo.
La crisis con respecto a la situación económica que atraviesa el país es, según ellos, la causante de que se generen este tipo de oficio como alternativa para lograr subsistir y ayudar a las personas allegadas.
En un país, que aún no se levanta de los golpes que proporciona la hiperinflación y escasez de efectivo entre otros factores. Sin embargo, hay quienes no toman la decisión debido a diferentes conceptos culturales, morales y sociales además de los riesgos legales que existen.