Detenidas, en la clandestinidad o con hijos presos: el amargo Día de las Madres de las venezolanas

La tristeza de estar tras las rejas, ser perseguida por el Estado o tener un hijo detenido por razones políticas empaña la celebración del Día de las Madres este 11 de mayo en Venezuela. Para Magaly Huggins, psicóloga social, investigadora y criminóloga, «el llanto y el dolor en el alma no celebran y tampoco se celebran»
EL PITAZO
No todas las madres de Venezuela celebrarán su día al lado de sus seres queridos, este domingo. No sentirán ese acostumbrado calor familiar ni el abrazo de aquellos que llevaron durante nueve meses en su vientre. El motivo: están presas por razones políticas y no les permiten las visitas.
Otras madres son perseguidas. Están libres, pero se encuentran escondidas ante las amenazas de ir a la cárcel. Ese acoso les impide estar cerca de los suyos.
En Venezuela y en muchos países del mundo el Día de las Madres se conmemora el segundo domingo del mes de mayo. Es una fecha de reencuentro, de fiesta, de amor y agradecimiento; no obstante, por cada madre presa hay una familia desgarrada que hoy debe lidiar con la tristeza.
Esa nostalgia se siente en la casa de Mayra Castro. Matías y Mateus, de 6 y 7 años, quieren a su mamá de vuelta. No la han visto desde el 2 de agosto de 2024 cuando fue detenida en Cúa, estado Miranda.
Con mentiras piadosas, su tía los mantiene con la esperanza de que su mamita, como llaman a Mayra, regresará pronto.
«¿Cómo les explicas que está presa injustamente y, peor aún, que puede morir en prisión porque está enferma?», señaló una allegada a Castro a El Pitazo.
El precio por luchar por la libertad de Venezuela tiene un costo inimaginable
Ana Corina Sosa, hija de María Corina Machado
Los hijos de Mayra Castro no entienden los términos terrorismo e incitación al odio, dos de los delitos que le imputa la fiscalía a la detenida, por ello a sus parientes se les ha hecho difícil que los niños comprendan porque Castro no está en casa.
Este Día de las Madres también estarán separadas de sus hijas la activista de derechos humanos y presidente de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, y la joven periodista Nakary Ramos.
San Miguel tiene un año y tres meses alejada de su hija. Este es el segundo Día de las Madres que pasa tras las rejas, mientras que para Ramos, detenida en abril de 2025, es el primero.
Esa ausencia familiar también la siente Ana Corina Sosa Machado, hija de la líder opositora María Corina Machado, hoy en la clandestinidad.
«El precio por luchar por la libertad de Venezuela tiene un costo inimaginable», afirmó Ana Corina, el 4 de mayo.
Ese día denunció la persecución y el aislamiento a la que está sometida Machado en Venezuela.
En medio de sus declaraciones dijo desconocer cuándo podrá ver de nuevo a su madre.

«Viviendo un calvario…»
Las madres que tienen hijos detenidos enfrentan el mismo drama que las mujeres que están presas o huyendo.
Ellas también llevan el peso de las rejas a cuesta. Todas coinciden en que el mejor regalo que pueden recibir es que sus familiares sean liberados.
A través de la cuenta «Madres en defensa de la verdad 2024», en Instagram, han expresado que están «viviendo un auténtico calvario».
Con la etiqueta «Día de las madres sin presos políticos» un grupo de mujeres ha pedido que sus hijos vuelvan a casa.
Yennis Ceballos es la mamá de José Manuel Salas Ceballos de 22 años. El joven regresaba de su trabajo cuando fue «detenido arbitrariamente», asegura. «Sin pruebas lo acusaron de terrorista», indicó.
El muchacho tiene 9 meses en la cárcel de Tocorón en el estado Aragua. En este lugar «le violan sus derechos humanos», denunció su progenitora en Instagram.
La misma petición de libertad motivó a Yuraima Piñero a elevar su voz. Su hijo Luis Eduardo Perozo Piñero, de 23 años, fue detenido hace 9 meses en la carretera nacional Mariara-Maracay, adyacente a la comunidad donde reside.
El mejor regalo que nos puede dar el fiscal general de la República, Tarek William Saab, en el día de las madres, es tener a nuestros hijos en la casa
Elia Rosa González Aponte, madre de Amado José Villegas González y esposa de Amado Ramón Villegas
En medio del procedimiento, funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) lo acusaron de terrorista. Está preso en Tocorón.
Elia Rosa González Aponte, madre de Amado José Villegas González y esposa de Amado Ramón Villegas, ambos detenidos en San Carlos, Cojedes, también pide la libertad para ellos.
Padre e hijo fueron arrestados en el contexto de las protestas poselectorales el 28 de julio del 2024 cuando regresaban de vender los rubros que cosechan (ñame, ocumo, yuca, limón).
«Ellos son agricultores de la zona norte de Cojedes y no participaron en protesta alguna», aseguró a El Pitazo.
La mujer, quien tiene tres hijos menores de edad, refirió que los dos detenidos eran sostén hogar.
«El mejor regalo que nos puede dar el fiscal general de la República, Tarek William Saab en el día de las madres es tener a nuestros hijos en la casa», remarcó Elia Rosa González Aponte.
El llanto y el dolor en el alma no celebran
Magaly Huggins, psicóloga social, investigadora y criminóloga, afirma que a las presas políticas les están violando los mismos derechos humanos que a las detenidas comunes.
En ambos casos la victimización de las mujeres se ha visto agravada. Ya no solo se trata de casos de femicidios, «sino que ahora el Estado vulnera la Constitución Nacional y deja de cumplir con las garantías de quienes están bajo su custodia».
«Estas madres detenidas no tienen garantía de calidad de vida, están sometidas a tratos crueles; durmiendo en calabozos inhóspitos; en el piso y sin derecho a la salud», señaló el 8 de mayo.
En este último punto, Huggins hizo mención al caso de Rocío San Miguel, quien sufrió una fractura en el hombro al caerse en su sitio de reclusión, hace ocho meses, y no ha recibido atención médica especializada.
Los tiempos jurídicos no son los tiempos humanos ¿Cómo se reconstruye una vida después de vivir en condiciones infrahumanas?
Magaly Huggins, psicóloga social, investigadora y criminóloga
«Aquí se están violando las normas de Derechos Humanos fundamentales. Y no solo es víctima Rocío San Miguel, también lo es su hija. Los tiempos jurídicos no son los tiempos humanos ¿Cómo se reconstruye una vida después de vivir en condiciones infrahumanas?”, se preguntó Huggins.
La especialista también se refirió a las madres que tienen hijos presos y son vejadas y humilladas durante las visitas familiares a los presos.
«La forma como les revisan sus partes íntimas en las cárceles; como las tocas y las desnudan en colectivo es muy grave, mientras que a algunas ni siquiera las dejan ver a sus hijos», declaró.
Huggins elogió las acciones que han emprendido estas madres por la libertad de sus hijos. Considera de forma valiente han transformado el dolor y el sufrimiento en una bandera de lucha. La también psicóloga social expresó que en medio de esta batalla el respaldo colectivo debe manifestarse.
«¿Cómo vamos a celebrar el Día de las Madres? El llanto y el dolor en el alma no celebran y tampoco se celebran. Eso sentimos todas al ver el rostro de las madres que siguen en la calle buscando que sus hijos regresen a casa y el de aquellas que están tras las rejas. Esto es un dolor compartido y debe prevalecer la solidaridad», sentenció.

Ansiedad, depresión y stress
El encarcelamiento de un hijo tiene un impacto psicológico significativo en las madres. Lo mismo sucede cuando son ellas quienes están tras las rejas, según coinciden los psicólogos.
La falta de comunicación con la familia, las limitaciones en las visitas, el hacinamiento y el tratamiento que reciben de las instituciones penitenciarias causan un choque mental que deja cicatrices.
La psiquiatra Lorimar Goyo señaló que quienes están pasando por una situación como ésta presentan trastornos de ansiedad, estrés y una tristeza profunda que se pasea en una montaña rusa de sentimientos como la frustración, la culpa y la impotencia.
¿Cómo vamos a celebrar el Día de las Madres? El llanto y el dolor en el alma no celebran y tampoco se celebran. Eso sentimos todas al ver el rostro de las madres que siguen en la calle buscando que sus hijos regresen a casa y el de aquellas que están tras las rejas
Magaly Huggins, psicóloga social, investigadora y criminóloga
«En Venezuela los procesos judiciales son muy largos y eso genera mucha incertidumbre y una preocupación excesiva que desemboca en una depresión», dijo a El Pitazo el 7 de mayo.
La profesional destacó que estas vivencias siempre dejan un profundo trauma en las personas y la ayuda terapéutica es muy importante para enfrente ese impacto emocional
Como recomendación la psiquiatra sugiere buscar una red de apoyo; refugiarse en la espiritualidad, de acuerdo con la creencia de cada quien; hacer ejercicio físico para que se liberen los neurotransmisores que ayudan a regular el estado de ánimo y leer libros terapéuticos.