OPINIÓN

27J: De nuevo perdió la mayoría – Por Dip. Omar Ávila

Dip. Omar Ávila – dip.omaravila@gmail.comwww.unidadvisionvzla.blogspot.com – X e Instagram: @OmarAvilaVzla

El 27 de julio ha pasado y, como era de esperarse, ambos extremos —los abstencionistas y el oficialismo— se adjudican la victoria. Sin embargo, la cruda realidad es que el gobierno actual no solo se mantiene, sino que ha consolidado su poder, principalmente porque la abstención costó a la Alternativa Democrática la pérdida de al menos 60 alcaldías que estaban en sus manos.

Al igual que el pasado 25 de mayo, la abstención fue la gran ganadora en todas sus dimensiones: la histórica, la de los venezolanos en el extranjero y la de aquellos que, estando presentes, se dejaron influenciar por narrativas vacías o la estrategia de desmovilización del gobierno. En la práctica, solo hubo un vencedor claro: Nicolás Maduro. Y un gran perdedor: nuestro pueblo, que en su mayoría parece seguir esperando un mesías que resuelva todos nuestros problemas de un plumazo.

Es crucial entender que la abstención no fue solo producto del llamado de un sector específico, como algunos sugieren. La verdad es multifacética: por un lado, una profunda desconfianza en el árbitro electoral, y por otro, un trabajo sistemático de desmovilización orquestado desde el propio gobierno nacional.

Quienes estamos en la calle a diario, no solo durante la efervescencia de una campaña, sino 24/7, los 365 días del año, en esa Venezuela profunda de la que muchos hablan, pero pocos conocen, tenemos claro que la abstención no se generó por la convocatoria de un grupo que solo hace «política» a través de las redes sociales.

Es cierto que la abstención en procesos regionales y municipales ha sido históricamente mayor. Las elecciones regionales de 2021 son un claro ejemplo: a pesar de la participación de todos los factores —incluida la extinta MUD—, la participación apenas alcanzó el 45.6%, siendo esta, la más alta registrada en un proceso regional. Esto subraya un hecho innegable: nuestro pueblo es predominantemente presidencialista. Este chip debe cambiar. Necesitamos un trabajo unitario para que los ciudadanos tomen conciencia de la vital importancia de los gobiernos regionales y locales, y de la necesidad de tener al frente a los más capaces y, sobre todo, a quienes están en contacto directo con sus comunidades.

En nuestro estado Bolivariano de Miranda, logramos mantener todas las alcaldías en manos de la oposición, con la lamentable excepción de Carrizal, donde algunos factores incumplieron acuerdos de apoyo a los alcaldes en ejercicio, y producto de esa división ganó el PSUV. Similar suerte corrieron alrededor de 50 municipios en todo el país, incluyendo casos emblemáticos como Maneiro en Nueva Esparta, San Diego en Carabobo, Lecherías en el estado Anzoátegui, entre otros. Estos son ejemplos de alcaldes eficientes, con gestión que mostrar, cuyas comunidades salieron a defenderlos con su participación, marcando la diferencia entre el progreso y el retroceso. Cojedes es un caso admirable, donde el 25 de mayo y el 27 de julio la gente salió a defender su gestión y a ratificar el liderazgo del gobernador Alberto Galíndez, recuperando incluso algunos municipios para la Alternativa Democrática.

Lamentablemente, en nuestro municipio Sucre, desaprovechamos la posibilidad de cambiar un gobierno que ha sido, por decir lo menos, nefasto. Por ahora, reinan la oscuridad, la desidia, la anarquía y un largo etcétera.

Aspiramos y esperamos que el actual alcalde encargado —ahora electo— le dé un viraje a la forma de gobernar para sacar a los petareños del caos que nos acompaña. Una vez más, se perdió la oportunidad de cambiar a la gran mayoría de burgomaestres que no han estado a la altura de sus jurisdicciones.

En lo personal, no abandonaremos a nuestro pueblo sucrense. Seguiremos, como lo hemos hecho de manera ininterrumpida durante más de una década, brindando acompañamiento, siendo su voz día a día en la calle, desde el Parlamento y, por supuesto, con nuestro programa social Visión Solidaria que siempre está activo brindando una mano amiga a los más vulnerables. Seguimos de pie frente a las adversidades.