Democracia y Derecho a la Información – Por Guzman J. Pernia P. (*)
La democracia es quizás la más compleja y difícil de todas las formas de gobierno, pues no fue ideada para alcanzar la eficiencia sino para rendir cuentas al pueblo, siendo un producto en constante evolución. Ahora bien, un factor que se encuentra ampliamente ligado al Derecho Público y a la información es la existencia de medios libres: cadenas de radio y televisión, además de periódicos y sitios web de noticias.
En este sentido, Venezuela, un país con amplios matices en lo político, social y económico se ha encargado de dar una imagen al mundo de que es una nación donde el acceso a la información se encuentra coartado por intereses personalistas de altos funcionarios del gobierno nacional, los cuales tendrían que rendir una serie de cuentas no solo a la justicia venezolana sino al mundo entero. Esto debido al cierre de 49 medios de comunicación solo en 2017, de los cuales 46 son emisoras y 3 canales de televisión, según las estadísticas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa en Venezuela.
No podemos hablar de democracia sin un proceso de acompañamiento comunicacional que garantice la expansión de las libertades, ya que a cualquier venezolano que se le pregunte hoy día cuánto se va a asignar en el presupuesto de nación de 2018 a desarrollo social, no sabría contestar, pues esta información no es de libre acceso, violándose de esta manera el principio de transparencia del uso de los recursos públicos.
Así, queda claro que no puede haber democracia sin libertad de expresión. Por ello es necesario un sistema institucional independiente y soberano en el proceso de toma de decisiones que garantice la legitimidad y concordancia de las políticas con las necesidades del pueblo, por lo cual es fundamental que el país se conduzca a una reingeniería institucional, donde se permita velar por el bienestar de la población y hacer seguimiento y control al diseño de políticas sociales, económicas, culturales, entre otras, para alcanzar los objetivos que como sociedad nos proponemos.
De no iniciarse esta tarea nos enfrentamos a un proceso de aislamiento internacional, ya que no seremos reconocidos como un país democrático, situación que afectará nuestras relaciones económicas internacionales, y llevará al país a una mayor crisis. Por ello, se debe evitar que hayan menos medios de comunicación al aire, y que se obvie la información de interés común como: inflación, escasez, inseguridad y corrupción, entre otros.
(*) Estudiante del Noveno Semestre de Economía en la FACES-ULA.
Correo electrónico: guzman_pernia@hotmail.com
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