OPINIÓN

EL DÍA A DÍA DEL MAESTRO – Por FENASOPADRES

 

A Juan Figuera, dirigente magisterial deltano, detenido arbitrariamente por el SEBIN

 

Hace 86 años un núcleo de hombres y mujeres, en plena dictadura gomecista, decidió ejercer el derecho a la libre asociación para la defensa de sus derechos laborales y una educación de calidad. Fundaron en 1932 la Sociedad de Maestros de Instrucción Primaria los docentes venezolanos, de ese modo asumieron el liderazgo social en la noble causa de promover el cambio democrático. Ese ejercicio de libertad de pensamiento y de acción fue percibido por la dictadura de Juan Vicente Gómez, como un severo peligro para el hermético dominio que ejercía toda la sociedad. Los maestros fueron amenazados infructuosamente de despido si no se desligaban de la naciente sociedad, pero con temprano coraje siguieron su labor en clandestinidad, hasta la muerte del tirano.

Entre 1949 y 1958, una nueva dictadura emanada de un golpe militar contra el gobierno democrático de don Rómulo Gallegos, retomó la ofensiva contra el emergente movimiento comenzando por el pueril cambio de la fecha de celebración del Día del Maestro, del 15 de enero al 29 de noviembre. La nueva autocracia pretendía borrar de la memoria histórica el significado de la lucha magisterial, al tiempo que desató una cruel y masiva represión.  Fueron años de persecución, cárcel y exilio para los educadores, que una vez más se crecieron ante la represión y lucharon desde la clandestinidad por el rescate de la democracia.

Hoy, sin nada que celebrar, nuestros docentes, que deberían  recibir el más alto reconocimiento nacional por la trascendental labor que desempeñan, han sido reducidos a la mendicidad gracias a la sistemática y permanente agresión desatada por el gobierno nacional que no sólo victimiza al magisterio sino a la educación en su conjunto y a todos los estamentos del país, en particular los más vulnerables.

Este 15 de enero, con maestros detenidos, asesinados, exiliados, huyendo de su profesión y del país porque no tienen las mínimas condiciones en el ejercicio digno de su profesión, la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes les invita a seguir defendiendo la libertad de pensamiento y la democracia desde sus aulas y fuera de ellas.

Hoy la nueva autocracia no sólo cambia fechas y nombres con el objeto de adaptarlos a su visión hegemónica, sino que se esfuerza en extinguir los valores democráticos, el pluralismo y la libertad e imponer a la fuerza el pensamiento único en la escuela, en el trabajo, en el país.

Los maestros tienen el sagrado derecho y el deber ciudadano de ejercer su natural liderazgo para resistir y revertir, junto a la ciudadanía toda, la sombría mancha totalitaria impulsada desde el poder y de guiar el cambio democrático, formando en la escuela y más allá de los muros escolares las nuevas promociones que muy pronto asumirán la reconstrucción, reunificación y reconciliación de nuestra patria abrumada.

Ese día proclamaremos con mucha fuerza y orgullo ¡Feliz día maestro!