En 2018 murieron 291 presos en las cárceles, 103% más que en el año anterior

Efecto Cocuyo
Los privados de libertad continúan con sus derechos humanos violados. Este 2 de marzo, elObservatorio Venezolano de Prisiones (OVP) informó que en 2018 murieron 291 personas en las cárceles, lo que significa un aumento de 103% con respecto a 2017.
El director del OVP, Humberto Prado, destacó también que hubo 331 detenidos heridos en diferentes hechos como motines, conflictos internos y requisas.
Alertó que los fallecimientos reportados por el OVP no solo obedecen a hechos violentos, sino también a desmejoras en las condiciones de atención sanitaria. Específicamente, la población penitenciaria se ve afectada por patologías gastrointestinales y respiratorias.
Esta irregularidad, a la que los activistas de derechos humanos llaman crisis penitenciaria, se presenta pese a la existencia de un Ministerio para Servicios Penitenciarios, creado en 2011 para atender la situación carcelaria.
Desde que existe la cartera ministerial 2.480 personas fallecieron dentro de las cárceles venezolanas. También fueron reportados 3.450 presos lesionados.
Sobrepoblación carcelaria
Con el hacinamiento se vulnera la integridad de los privados de libertad también y en Venezuela existe 125% de sobrepoblación, en promedio. Existen cárceles con un porcentaje mucho mayor a la media, como es el caso del Internado Judicial de Carabobo (Tocuyito): 6.777 detenidos en un espacio destinado para a penas 1.200.
En este ranking le siguen Centro Penitenciario de Aragua, conocido como Tocorón (4.409) y el Internado Judicial de Anzoátegui, llamado Puente Ayala (4.100).
Los estándares internacionales indican que 40 % de hacinamiento se considera sobrepoblación en condición de urgencia y es tratado como riesgo crítico.
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Mujeres en las cárceles
Las mujeres representan el 6% de la población reclusa en Venezuela. Actualmente, OVP registró que hay 46.775 privados de libertad en el país, de los cuales 2.583 son mujeres.
“En el trabajo de campo del OVP se han constatado vulneraciones a derechos asociadas al tema de género. Por ejemplo, a las mujeres no se les permite la visita conyugal”, aseguró Prado.
Entre las violaciones a sus derechos humanos se encuentran:
– Solo existe un centro exclusivo para la reclusión de mujeres. El resto está en anexos dentro de cárceles masculinas y/o en centros de detención preventiva.
“Es fundamental que se reconozca la diferencia de necesidades de unos y otras, lo que debe reflejarse en un tipo de administración que contemple formas de evaluación, de clasificación, de seguridad, de cuidado de salud, de trato y de programas y actividades que cubran los requerimientos propios de las reclusas y de sus hijos e hijas alojados con ellas”, indicó el director del OVP.
– El Estado no garantiza la provisión de elementos de higiene exclusivos del género femenino, como toallas sanitarias o afeitadoras, y ni siquiera les asegura el agua para el cuidado personal.
– Los centros de reclusión no garantizan una alimentación balanceada ni variada, ni consistente o suficiente en ninguna de las tres comidas diarias.