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Foro ‘Sin Mujeres no hay Democracia’ aprobó el Manifiesto de Mérida

El evento fue promovido en el marco del Día Internacional de la Democracia que se celebra el 15 de septiembre por decisión de la ONU

En el Centro Pastoral Monseñor Miguel Antonio Salas, en la ciudad de Mérida, se llevó a cabo en horas de la mañana de este jueves, el foro Sin Mujeres no hay Democracia, como actividad especial de la celebración del Día Internacional de la Democracia.

Las ponentes fueron Yolima Arellano, coordinadora en la región andina del Observatorio Venezolano de DDHH de las Mujeres; María Luisa Ávila de la Sociedad Civil Activa; Yanara Vivas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa y Elba Soto de la organización ciudadana de carácter nacional Creemos Alianza Ciudadana, mientras que Judith Vega del Observatorio Venezolano de Prisiones, fue la encargada de organizarlo y moderarlo.

Los temas presentados fueron Desafíos y avances de la participación política de la mujer en la región; Ciudadanía y Democracia: Aportes bajo una perspectiva de género; Periodismo en la Venezuela actual y Participación de la mujer en la organización ciudadana para el rescate de la Democracia.

Al final del evento, se leyó y aprobó el Manifiesto de Mérida, titulado ‘Es nuestro derecho vivir en Democracia, el cual expresa:

MANIFIESTO DE MÉRIDA

ES NUESTRO DERECHO VIVIR EN DEMOCRACIA

Nosotros, ciudadanas y ciudadanos reunidos en la ciudad de Mérida, a los 12 días del mes de septiembre de 2019, en el foro denominado SIN MUJERES NO HAY DEMOCRACIA y en el marco del DÍA INTERNACIONAL DE LA DEMOCRACIA, que se celebra por decisión de la ONU, cada 15 de septiembre, hemos decidido hacer público el presente Manifiesto:

En vista de las deplorables condiciones sociales, económicas y políticas que se vive actualmente en Venezuela caracterizadas por: escasez de medicamentos y alimentos; inseguridad; colapso del aparato productivo, bancarrota de PDVSA, retroceso de los avances en bienes y servicios como el eléctrico, internet, telefonía, agua, transporte, repuestos para vehículos y gas doméstico; abandono familiar proveniente de la migración de miles de venezolanos a otros países; detenciones arbitrarias de opositores civiles y militares; desapariciones forzadas; ejecuciones por parte de grupos de exterminio o de seguridad; conformación y sostenimiento de grupos parapoliciales y persecución de organizaciones políticas y no gubernamentales, lo que en su conjunto constituye una flagrante y evidente violación masiva y sostenida de los derechos humanos de los venezolanos.

Por lo señalado y con base a expresas normas contempladas en la Carta Democrática Interamericana, aprobada por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos el 11 de septiembre de 2001, en la ciudad de Lima, Perú, expresamos nuestro legítimo y natural derecho a VIVIR EN DEMOCRACIA, entendiendo que la misma es indispensable para la estabilidad, la paz y desarrollo de la región, así como también condición necesaria para el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos y políticos de los venezolanos.

En tal sentido, la referida Carta Democrática Interamericana establece en su artículo 1 que “Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas”.

El artículo 2, señala: “…La democracia representativa se refuerza y profundiza con la participación permanente, ética y responsable de la ciudadanía en un marco de legalidad conforme al respectivo orden constitucional”.

El artículo 3, refiere que, “Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho, la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas y la separación e independencia de los poderes públicos”.

El artículo 4 indica que, “Son componentes fundamentales del ejercicio de la democracia la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa. La subordinación constitucional de todas las instituciones del Estado a la autoridad civil legalmente constituida y el respeto al estado de derechos de todas las entidades y sectores de la sociedad son igualmente fundamentales para la democracia”.

Finalmente, el artículo 6 prevé que, “La participación de la ciudadanía en las decisiones relativas a su propio desarrollo es un derecho y una responsabilidad. Es también una condición necesaria para el pleno y efectivo ejercicio de la democracia. Promover y fomentar diversas formas de participación fortalece la democracia”.

Por lo anteriormente mencionado, ratificamos que la Democracia constituye uno más de los Derechos Humanos; y su respeto, garantía y protección una obligación estatal en consonancia con todos los derechos humanos. Así lo decimos y exigimos.

En la ciudad de Mérida, a los 12 días del mes de septiembre del año 2019.