ECONOMÍA

Las 4 mejores formas de ganar en dólares viviendo en Venezuela

 

EDITH GÓMEZ

 

Venezuela es el país con la mayor inflación del mundo, uno de los pocos en donde el comunismo (disfrazado de socialismo) aun vive, de los más corruptos del globo y el único en donde la gasolina es más barata que el agua. Un país hundido en una profunda crisis política en donde la economía se cae a pedazos.

El panorama no es alentador y el deterioro es exponencial, pero muchos han utilizado esta situación como trampolín para darle un giro a sus vidas y comenzar nadar contra corriente. El control de cambio y el difícil acceso a las divisas recrudecen la devaluación y el mercado negro la alimenta cada día, pero aun así, algunos se las arreglan para ganar en dólares sin salir de Venezuela.

Sí, así como se lee. Estando en Venezuela es posible ganar en esta preciosa y cotizada moneda extranjera. Existe un debate sobre si esto es o no legal, pero la verdad es que en un país en donde es más sencillo conseguir armas que medicamentos, las leyes no tienen sentido.

Por esto hoy hablaremos sobre las principales actividades que hacen los venezolanos que ganan en dólares.

  1. Minería de Bitcoin

Quienes tienen más posibilidades de inversión han decidido sortear la crisis invirtiendo en máquinas minadoras de Bitcoin, la criptomoneda más popular. Una maquina cuesta alrededor de 2.000$ y un salario mensual equivale a menos de cien veces esa cantidad, así que parece inalcanzable para los más afectados.

Pero algunas personas han vendido sus vehículos y otras comodidades para invertir en este mundo y ganar una suma que les permite recuperar su inversión en menos de 6 meses y luego comenzar a vivir una vida de “lujos” que muchos no pueden permitirse.

  1. Invirtiendo en mercados de divisas

El mundo de las computadoras hace que la inversión sea más sencilla, ya que nos interconecta con el medio, así que la ausencia o distancia física deja de ser un impedimento.

Paginas como Forex, e-toro y otras de ese mismo estilo, se han vuelto una alternativa de inversión y ganancia en dólares para muchos venezolanos. Para iniciar la inversión solo se necesitan unos cuantos dólares virtuales, internet, una computadora e inteligencia financiera para leer mercados de divisas.

  1. Encuestas por internet

Otra de las prácticas a las que recurren los venezolanos es al llenado de encuestas. Este es un mundo muy extenso y en donde hay mucho scam, es decir, páginas que pagan una miseria; pero sí es posible hallar lugares que honren el tiempo y el esfuerzo invertidos.

Sobre todo los que hablan inglés y otras lenguas populares consiguen buenas oportunidades en este mundo y pueden ganar en dos días el salario mínimo de todo un mes de trabajo. Es exigente físicamente y requiere de ingenio, ya que se pueden perder encuestas según alguna respuesta que se dé y no sea la esperada, pero vale la pena el riesgo.

  1. Freelancer

La favorita de la gran mayoría. Un trabajo de oficina tal y como cualquier otro, pero que puede hacerse a distancia y ganando en una moneda extranjera. Fotografía, Community Management, Redacción, Diseño, Traducción y Programación son las tareas más comunes.

Sin embargo, muchos profesores se han unido a este mundo ofreciendo tutorías y clases online. Algunos matemáticos e ingenieros también se han sumado a este campo, fungiendo como asesores externos o evaluadores a distancia de un proyecto determinado.

Ante la posibilidad que representa el ser freelancer, muchas personas han cambiado el rUmbo de sus vidas y decidieron abandonar sus empleos en la calle y comenzar a sentarse frente a su PC y aprender a hacer cualquiera de estas labores para poder vivir.

Los profesionales en sus campos laborales, los conocedores de otros idiomas y los primeros en haber tenido la idea son los más beneficiados, ya que consiguen los trabajos que demandan más experiencia y conocimientos, los cuales son a su vez los mejor pagados.

Es una tarea exigente y que requiere adecuarse a un nuevo de ritmo de vida, el cual puede involucrar incluso el no dormir sólo para poder estar despierto en las horas de jornada laboral de un país con un horario diferente. Quienes se dedican a ello dicen que vale la pena cada segundo.